EEUU: Acuerdo de paz Rusia-Ucrania está más cerca pero no listo aún
"Hay razones para ser optimistas y también para estar preocupados", dijo Marco Rubio.
Donald Trump cree que Volodímir Zelenski está dispuesto a ceder Crimea a Vladímir Putin.

"Hay razones para ser optimistas y también para estar preocupados", dijo Marco Rubio.
Donald Trump cree que Volodímir Zelenski está dispuesto a ceder Crimea a Vladímir Putin.
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, dijo este domingo que un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania está más cerca, pero aún no está listo.
El canciller afirmó en un programa de NBC News que el acuerdo de paz estaba "más cerca en general que en cualquier otro momento de los últimos tres años, pero aún no se ha logrado".
Con respecto al estado de las negociaciones, el secretario de Estado señaló: "Hay razones para ser optimistas y también para estar preocupados".
"Si esta fuera una guerra fácil de terminar, alguien más la habría terminado hace mucho tiempo", concluyó Rubio.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó el sábado con nuevas sanciones al mandatario ruso, Vladímir Putin, porque "demasiada gente está muriendo" en Ucrania y la situación le hace pensar que quizá su homólogo "no quiere parar la guerra".
El mandatario norteamericano y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunieron el sábado antes del funeral del papa Francisco en la basílica de San Pedro, donde se encontraba el féretro antes de la homilía, y mantuvieron un encuentro de unos 15 minutos que el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, calificó de "una conversación muy productiva".
Trump aseguró este domingo que cree que Zelenski está dispuesto a ceder Crimea a Rusia y que está "muy decepcionado" con la postura del Kremlin en las negociaciones para poner fin al conflicto.
A bordo del Air Force 1 que lo desplazó de su campo de golf en Nueva Jersey hasta Washington, el líder republicano reveló que habló brevemente con el ucraniano sobre Crimea y que cree que él está listo para ceder la península invadida por Rusia en 2014 y anexada posteriormente, ya que es algo que "pasó hace 12 años".
"Eso fue (culpa) del presidente (Barack) Obama. La entregaron sin que hubiera que pegar un tiro. Así que no me hablen de Crimea. Que se hablen de Crimea con Obama y (Joe) Biden", indicó en referencia a la conversación que mantuvo con el presidente ucraniano el sábado en el Vaticano.
Según Trump, el ucraniano le dijo que lleva tres años pidiendo más armamento para hacer frente a Rusia y consideró que el encuentro estuvo muy bien y que en los próximos días se podrán mostrar progresos en las negociaciones a tres bandas para alcanzar un alto el fuego en Ucrania con Rusia.
"Lo veo (a Zelenski) más calmado. Creo que entiendo la foto y creo que quiere que se llegue a un acuerdo", indicó el mandatario en un mensaje que contrasta con declaraciones pasadas en las que responsabilizaba al mandatario ucraniano de querer seguir prolongando el conflicto y de no querer alcanzar la paz.
Por el contrario Trump dijo que "Rusia me ha sorprendido y decepcionado, estoy muy decepcionado por los bombardeos de esos lugares (en Ucrania) después de las negociaciones".
La intención del presidente de Estados Unidos de reconocer Crimea como territorio ruso, parte de su plan de paz para Ucrania, supone una grave amenaza para los tártaros de Crimea, el pueblo indígena de esta península, que se enfrenta a una represión implacable desde su anexión ilegal por Rusia en 2014.
Para los tártaros de Crimea, una minoría musulmana cuyas esperanzas de renacimiento cultural y nacional dependen de que Crimea vuelva a estar bajo control ucraniano, esa medida legitimaría las "políticas de etnocidio" de Rusia, según el Mejlis, su órgano representativo prohibido por Moscú.
La ocupación rusa ha supuesto la detención de cientos de activistas, la supresión de prácticas religiosas, la rusificación forzosa y la destrucción del patrimonio cultural. El traslado masivo de rusos a Crimea ha alterado su composición demográfica y marginado aún más a la población autóctona.
El Mejlis advierte de que el reconocimiento del dominio ruso también ignoraría la deportación soviética en 1944 del pueblo tártaro de Crimea, un genocidio que define su historia junto a la conquista rusa de su Estado en 1783.