Unión Europea retrasó acuerdo con Mercosur ante protestas y dudas de Francia e Italia

Publicado:
| Periodista Digital: EFE

El pacto se iba a firmar el sábado en Brasil, pero no hubo consenso dentro del bloque para proceder.

Mientras países como Alemania y España lo consideran indispensable, dada la hostilidad arancelaria de EE.UU., el rechazo de los agricultores tiene en la duda a otros gobiernos.

Unión Europea retrasó acuerdo con Mercosur ante protestas y dudas de Francia e Italia
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Miles de agricultores de toda Europa protestaron este jueves en Bruselas contra el acuerdo UE-Mercosur y el aumento de las presiones regulatorias y financieras.

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Los países de la Unión Europea (UE) decidieron este jueves posponer la firma de un acuerdo de asociación con el Mercosur -que estaba prevista para el sábado en Brasil- en medio de reticencias de Francia e Italia.

El objetivo de la Comisión Europea era firmar este acuerdo -que las dos partes llevan negociando 26 años- el fin de semana en la ciudad de Foz de Iguazú, en los márgenes de la cumbre que celebran los países del bloque latinoamericano.

No obstante, la presidenta de la institución, Ursula von der Leyen, no podrá viajar a la localidad brasileña debido a que los Estados miembros descartaron celebrar un voto sobre el asunto el viernes.

La decisión sobre la firma de este pacto se debe adoptar en el Consejo de la UE (en el que están representados los Gobiernos de los Veintisiete) por mayoría calificada: un 55 por ciento de los países (15) que representen a un 65 por ciento de la población.

Francia e Italia bloquearon la posibilidad de un acuerdo al aducir problemas con sus agricultores, que se manifestaron por miles en Bruselas para protestar, mientras se reunían los líderes de la UE en una cumbre.

Aunque el acuerdo con el Mercosur no figuraba en la agenda del Consejo Europeo, varios mandatarios aludieron al tema.

El canciller alemán, Friedrich Merz, dijo a su llegada a la cumbre europea que había que firmar el pacto para que la UE siguiera teniendo credibilidad en el mundo.

Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo que no los apoyaba al considerar que sería "un tiro en los pies" para los agricultores europeos.

En cualquier caso, la posición de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, fue determinante: el jueves habló con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país preside actualmente el Mercosur, y le dijo que estaba "dispuesta" a firmar el acuerdo "tan pronto como se den las respuestas necesarias a los agricultores".

Le solicitó "unos días" para resolver si apoyaría el pacto, ante "problemas políticos con los agricultores" de su país.

Según Lula, la mandataria italiana le ratificó que ella "no se opone" al acuerdo, pero alegó que tiene "problemas políticos con los agricultores" de su país, aunque se dijo "capaz" de convencerlos.

Italia se sumaba así en las reticencias de Francia, que sigue insistiendo en que el pacto no tiene las salvaguardas suficientes para darle luz verde.

Así, ya la noche del jueves en Bruselas, fuentes diplomáticas confirmaron que los Estados miembros habían descartado votar sobre el acuerdo el viernes, por lo que el pacto no se firmaría el sábado en Brasil.

El hecho de posponer la firma sería aceptable para los países del Mercosur, indicaron las fuentes, pese a que Brasil había advertido de que "no habrá más acuerdo" si no se firmaba este fin de semana.

Una fuente europea dijo que el voto en el seno del Consejo de la Unión Europea y la posterior firma tendrían lugar a "principios de enero".

Salvaguardas

Para tratar de solventar las dudas de los países críticos, la Unión Europea consensuó a la carrera unas cláusulas de salvaguardia que permitan proteger a los productores europeos en el caso de que las importaciones del Mercosur crezcan demasiado o los precios de los productos de estos países sean mucho más bajos que los equivalentes europeos.

El Parlamento Europeo quería incluir también una cláusula espejo que obligara a los productores del Mercosur a respetar los estándares de producción europeos en los bienes que exporten a la UE, pero la negociación acabó eliminándola del acuerdo final porque era incompatible, legalmente, con el texto original del acuerdo.

Frente a Francia o Italia, países como Alemania y España insisten en la necesidad de cerrar el acuerdo, como respuesta a la creciente hostilidad arancelaria de Estados Unidos y a la incertidumbre que se cierne sobre el sistema multilateral que, hasta ahora, ha regido las relaciones comerciales.

Mientras tanto, organizaciones como Greenpeace volvieron a denunciar hoy las "contradicciones fundamentales de este acuerdo perjudicial para el medioambiente".

Por su parte, la patronal europea, BusinessEurope, lamentó la decisión de posponer la firma e insistió en que el pacto es "crucial para reforzar la competitividad y la autonomía estratégica de la UE". 

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