El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó este viernes al Ejército apoderarse de más territorios en Gaza, sin especificar cuáles, y amenazó a Hamás con la anexión de la Franja a Israel si el grupo islamista no libera a los rehenes.
"Cuanto más mantenga Hamás su rechazo, más territorio perderá, el cual será anexionado a Israel", dijo en un comunicado difundido por el ministerio.
"He ordenado al Ejército que ocupe áreas adicionales en Gaza mientras evacua a la población, así como expandir las zonas de seguridad en torno a Gaza para proteger a las comunidades israelíes y los soldados de las fuerzas armadas", anunció Katz a primera hora de la mañana.
Hasta el momento, Israel ha ordenado la evacuación de los barrios orientales de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, así como de la localidad vecina de Beni Suheila. También ordenó la evacuación de Beit Lahia, en el norte, donde las tropas lanzaron una operación terrestre.
Además, las fuerzas armadas ocuparon parcialmente el corredor de Netzarim, con el que Israel separó durante la guerra el norte y el sur de Gaza, y llamó a la población del norte a evacuar hacia el sur a través de la carretera de Rashid, que atraviesa la Franja paralela a la costa.
Implementación de bullado "plan de transferencia" de Trump
El titular de Defensa aseguró que Israel utilizará todos los métodos militares y civiles para presionar a Hamás a liberar a los 59 cautivos que siguen en la Franja, incluido "evacuar a la población de Gaza al sur e implementar el plan de transferencia voluntaria de Trump" para los residentes del territorio palestino.
El plan de "transferencia voluntaria", que numerosas organizaciones internacionales y la población árabe han criticado como un plan de limpieza étnica de los gazatíes, alude a una evacuación "voluntaria" de su población, si bien esta lleva sometida desde hace casi año y medio a una guerra que se ha cobrado la vida de cerca de 50.000 personas y una crisis humanitaria sin precedentes.
Katz aseguró nuevamente en el comunicado que Israel aún apuesta por la propuesta del enviado de la Casa Blanca en Oriente Medio, Steve Witkoff, para la "liberación de todos los secuestrados, los vivos y los muertos, por adelantado y en dos etapas con un alto el fuego en medio".
La propuesta implica una extensión de la primera fase del alto el fuego de unos 50 días, en la que la mitad de los rehenes iban a ser liberados en la primera jornada y, la otra mitad, en la última.
La primera fase del alto el fuego llegó a su fin el 2 de marzo, día en que habría comenzado la segunda fase, que implicaba el final sostenible de las hostilidades en Gaza y la puesta en libertad de los secuestrados en el territorio palestino.
Sin embargo, las negociaciones de esa segunda etapa no llegaron a producirse y la primera concluyó dejando a Gaza en un "impasse" hasta que Israel rompió definitivamente el alto el fuego con una oleada de bombardeos el pasado martes de madrugada, que mataron a cientos de palestinos.
El grupo islamista Hamás nunca aceptó la propuesta de Witkoff y reclamó desde un primer momento que se cumpliera el acuerdo firmado originalmente pasando a la segunda fase.
Exjefe del Shin Bet admitió que Netanyahu le pidió hacer "cosas ilegítimas y cuestionables"
En paralelo, el exjefe de la inteligencia interior israelí (Shin Bet) entre 2011 y 2016, Yoram Cohen, confesó que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, le pidió hacer "cosas ilegítimas y legalmente cuestionables" cuando ocupaba el cargo, lo que cree que puede ocurrir de nuevo con los futuros responsables de la agencia.
Durante una entrevista con el Canal 12 de la televisión israelí emitida este viernes, Cohen dijo que "más de una vez, incluyéndome a mí y a personas que vinieron después, él (Netanyahu) pidió cosas ilegítimas y legalmente cuestionables".
Las declaraciones de Cohen se suman a otras que hizo el año pasado, cuando reveló que el primer ministro le llegó a pedir que espiara en 2011 a los entonces jefes del Ejército, Benny Gantz, y del Mosad (inteligencia exterior israelí), Tamir Pardo, ante el temor de que pudieran filtrar información sensible de una reunión.
Cohen ahora teme que este tipo de peticiones se repitan y que una persona excesivamente leal a Netanyahu no sea capaz de negarse a seguir instrucciones que no sean legítimas, ya que el jueves se destituyó al actual jefe del Shin Bet, Ronen Bar, por ser "blando".
Sin embargo, el cese de Bar fue paralizado por El Tribunal Supremo de Israel, hasta evaluar las apelaciones presentadas por distintos organismos contra la resolución.