"Los Topos" registraron respiración y latidos mientras estaban trabajando entre los escombros de mega estallido.
Esto "no significa que haya alguien vivo o muerto en el interior, son pistas que nos dicen que hay que llegar a ese punto y descartar o confirmar", advirtió uno de los socorristas.
Un equipo de rescatistas chilenos pertenecientes a la ONG Topos Chile detectó, este jueves, respiración y latidos mientras se encontraba trabajando entre los escombros que dejó la explosión de un almacén con material altamente inflamable en Beirut, el 4 de agosto.
Uno de sus integrantes, Francisco Lermanda contó a CNN Mundo que mientras buscaban en el lugar, un perro rastreador detectó una presencia, por lo que decidieron "hacer túneles para poder penetrar la estructura, llegar al punto y poder descartar o confirmar la presencia de un cuerpo o una persona viva en el interior".
هذا هو الكلب البطل .. pic.twitter.com/7fLAv3zirP
— Salman Andary (@salmanonline) September 3, 2020
Ante esto, los socorristas procedieron a utilizar imágenes térmicas para determinar presencia de calor entre los escombros.
La medida dio resultado, debido a que las imágenes dieron cuenta de dos cuerpos: uno de tamaño pequeño que aparece acurrucado junto a otro de mayores dimensiones, lo que, gracias a un dispositivo de escucha, se pudo apreciar que registra un ciclo respiratorio de 18 veces por minuto, lo que podría significar señales de vida.
"A descartar o confirmar"
Lermanda informó que en el punto exacto donde se encuentra el o la posible sobreviviente está a 2,4 metros de profundidad y a 1,8 metros desde el costado más cercano, por lo que ya comenzaron a cavar tres túneles.
Sin embargo, el rescatista fue tajante en señalar que esto "no significa que haya alguien vivo o muerto en el interior; son pistas que nos dicen que hay que llegar a ese punto y descartar o confirmar".
Gracias @ToposChile por venir a Beirut 🙏🏻
— Marina Chamma - مارينا شمّا (@eyeontheeast) September 3, 2020
(Imagen de: Akram Nehmeh) pic.twitter.com/HuCCSKLx5x
En esta línea, Lermanda explicó que "no sabe cuánto se tardará, (ya que) la loza es muy gruesa, el concreto es muy fuerte y no pueden meter máquinas".
"Si tenemos la posibilidad de una persona viva no podemos meter máquinas, presionar, golpear o nada que pueda arriesgar la vida. Es un trabajo lento, meticuloso y muy técnico", detalló.
La tragedia acontecida en un almacén con 3.000 toneladas de nitrato de amonio, que permanecía en el puerto de Beirut, capital del Líbano, desde 2014 -sin las debidas precauciones- dejó al menos a 177 muertos y 6.000 heridos.
