"La aguja en un pajar": Contrarreloj, nueva búsqueda de Madeleine McCann en Portugal

Publicado:
| Periodista Digital: EFE

Las pesquisas se concentran en lugares por los que pasó el principal sospechoso de su secuestro, el alemán Christian Brückner.

Pese a su infame historial delictivo, no hay pruebas para acusarlo formalmente del crimen.

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"Eso no traerá de vuelta a Madeleine", se queja el dueño de una casa en la que vivió Brückner durante algunos años.

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La Policía alemana tiene previsto terminar este jueves su búsqueda de posibles pistas sobre el paradero de la niña británica Madeleine McCann, tras haber barrido, junto con agentes portugueses, varias zonas por las que pasó el principal sospechoso del caso, el alemán Christian Brückner.

En este sentido, las investigaciones continúan "con normalidad", según informó la Policía Judicial (PJ) de Portugal a la agencia de noticias EFE.

Las autoridades portuguesas mantienen que sus labores se extenderán hasta este viernes y que no tienen más detalles sobre la investigación.

La zona donde buscan es un descampado en los márgenes de una urbanización en Atalaia, vecindario que se encuentra en el municipio de Lagos y próximo a la pedanía de Praia da Luz, donde desapareció Maddie el 3 de mayo de 2007, cuando solo tenía tres años, del apartamento en el que dormía con sus dos hermanos gemelos de dos años mientras sus padres cenaban fuera con unos amigos.

En el terreno, fuertemente custodiado por agentes de la Policía lusa para evitar la entrada de curiosos o periodistas, hay varios edificios abandonados.

EFE constató que agentes portugueses y alemanes, además de vehículos de bomberos, entran y salen del recinto de la urbanización. Además, el miércoles una retroexcavadora accedió al perímetro y se escuchó como trabajaba a lo largo del día junto con otra maquinaria como motosierras.

La presunta autoría de Brückner

Estos nuevos registros son en cumplimiento de una Decisión Europea de Investigación (DEI) emitida por las autoridades alemanas.

En concreto, la petición viene de la Fiscalía de Braunschweig, que instruye diligencias preliminares contra Brückner, de 48 años, declarado en 2020 principal sospechoso del secuestro y asesinato de Madeleine McCann, aunque todavía no ha sido acusado formalmente.

Brückner se hallaba en las proximidades cuando la niña desapareció, según la señal de su teléfono móvil, y hay un testigo que asegura que el sospechoso le confesó el asesinato de la pequeña, pero de momento no existen pruebas suficientes para acusarle formalmente.

En estos momentos, el sospechoso cumple una pena de siete años de prisión por la violación en 2005 de una mujer estadounidense, también en el sur de Portugal, que podría dejarlo en libertad en septiembre de este año tras ser absuelto de otros cargos de violación y abuso sexual infantil en octubre de 2024.

"Una aguja en un pajar"

En la zona donde desapareció Madeleine hace 18 años, un hombre británico custodia las puertas de una casa blanca vallada y avisa a quienes se acercan que no tomen fotos a la construcción, donde vivió Brückner por unos años.

El británico es el propietario de la casa y alega, enfadado y cansado de los periodistas, que cada poco tiempo se acerca gente para conocer más detalles. "Eso no traerá de vuelta a Madeleine", clama, mostrando su incomodidad.

Agrega que ya han buscado varias veces en esa zona, tanto en un pozo que hay dentro de su propiedad como en uno que hay justo enfrente, y que nunca han encontrado nada.

No se sabe en qué circunstancias estuvo allí Brückner ni el tiempo que pasó en este inmueble, lo que tampoco aclara el dueño de la casa.

"Están buscando una aguja en un pajar", dice a EFE Heriberto Janosch, experto en Criminología e investigador de la Universidad UNIE de Madrid, que ha seguido el caso desde hace más de una década y que se encuentra en el Algarve portugués pendiente de estas nuevas pesquisas.

Janosch comenzó a interesarse por este caso gracias a una compañera de trabajo, que le habló de él y opinaba que los padres de Madeleine McCann estaban involucrados en su desaparición, una hipótesis que respaldan algunos vecinos de Praia da Luz, pero que este experto descarta tras haberse leído las 15.000 páginas del expediente por no verla verosímil.

La conversación con Janosch se produce en una zona elevada desde la que se ve la casa por la que pasó Brückner, de donde sale un camino que, según el investigador, lleva al área cercada que está barriendo la policía estos días.

El inmueble está ubicado entre Praia da Luz y el terreno de las búsquedas.

El infame historial delictivo de Brückner

Janosch tiene "dudas" sobre la culpabilidad del alemán en la desaparición de McCann, porque aunque existen "indicios sueltos", nunca se ha llegado a formalizar una acusación por parte de las autoridades alemanas: "Desde hace cinco años creen que fue él", subraya.

Pese al testigo que asegura que Brückner le confesó el asesinato de la pequeña y la condena por violación que el sospechoso cumple desde 2005, de momento no existen pruebas suficientes para acusarle formalmente.

No son los únicos crímenes en los que se ha visto envuelto, ya que sobre él recaen más denuncias de abusos sexuales, tiene un largo historial de robos en la región portuguesa donde residió y se vio envuelto en tráfico de drogas.

De hecho, pasó una breve temporada en la cárcel el año previo a la desaparición de Maddie por un robo de combustible, recuerda Janosch, que ha enviado pruebas a lo largo de los años a la policía del Reino Unido, Alemania y Portugal.

Incluso el experto argentino-español llegó a mandar una carta a Brückner, a la que el alemán respondió negando algunos supuestos que maneja la policía.

Su carrera delictiva ha sido ampliamente detallada por los medios de comunicación desde que en 2020 se supo que era el principal sospechoso del suceso, aunque el tiempo se acaba para las autoridades, que se afanan en encontrar alguna pista antes de que salga de la cárcel.

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