Los habitantes del centro de la ciudad británica de Birmingham regresaron a sus casas en la mañana de este domingo tras permanecer toda la noche desalojados tras un informe de los servicios de inteligencia que alertó de una "amenaza creíble", al hallarse varios paquetes sospechosos en un autobús que tras detonaciones controladas, se comprobó que no contenían explosivo.
Las autoridades recibieron varias llamadas de ciudadanos que alertaban de paquetes sospechosos, con datos precisos sobre horarios y lugares.
La del sábado es la mayor alerta activada desde que el pasado jueves estallaran cuatro bombas en medios de transporte de Londres, causando decenas de víctimas.
Según un vocero de la policía de Birmingham citado por la BBC, se realizaron cuatro explosiones controladas en un autobús cerca del pub "Square Peg", y la decisión se adoptó tras los informes de los servicios de inteligencia como medida de precaución ante la sospecha de la existencia de artefactos explosivos.
Tras el operativo, la policía confirmó que no se encontraron indicios de mecanismos explosivos, así como en el hotel Travelodge, en Broad Street.
Inicialmente la policía restringió solo el paso de vehículos al centro de Birmingham, pero posteriormente decidió evacuar a la población principalmente de las zonas aledañas a Broad Street, la arteria principal de la ciudad, y del barrio chino, como medida de precaución.
Previamente, la policía de West Midlands, zona a la que pertenece Birmingham, emitió una alarma en la que pedía a la población que evitara el centro de la ciudad y que se vigilaran restaurantes, bares y lugares de entretenimiento, así como a las personas que entrasen en ellos.
Aunque algunas fuentes aseguraron que esta acción policial no tiene nada que ver con los atentados del jueves en Londres, testigos presenciales aseguraron que el ambiente entre el público fue de tensión y, aunque no parecen haberse producido escenas de pánico, sí las hubo de confusión y mucha gente no sabía en un primer momento hacia dónde dirigirse.
La alarma de Birmingham se produjo 60 horas después de los atentados en Londres, que han dejado hasta ahora un saldo oficial de 49 muertos, más de 700 heridos y unos 25 desaparecidos, tras el estallido de tres bombas en el metro y una cuarta en un autobús, cuando miles de personas se dirigían a sus centros de trabajo al inicio de la jornada laboral del jueves. (Agencias)