La Policía británica dijo que el plan terrorista abortado este jueves en el Reino Unido para hacer estallar aviones en pleno vuelo tenía "dimensiones globales".
En una rueda de prensa, el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, el subcomisario adjunto Peter Clarke, explicó que las detenciones de este jueves son resultado de una operación de varios meses en la que colaboraron autoridades británicas e internacionales.
El número de vuelos afectados por la conspiración y su destino continúan "siendo objeto de investigación".
La Policía detuvo esta madrugada en Londres y Birmingham (centro de Inglaterra) a 21 personas, posiblemente nacionales británicos, en relación con una trama para hacer explotar en el aire varios aviones, supuestamente con dirección a Estados Unidos.
Los arrestos fueron la culminación de "la primera fase" de una investigación que podría durar meses, señaló Clarke.
Según el jefe de la unidad antiterrorista, los conspiradores planeaban introducir en "vuelos transatlánticos de pasajeros" a través del equipaje de mano artefactos explosivos que habrían sido fabricados en el Reino Unido.
La cadena pública británica BBC afirmó, citando fuentes policiales, que se trataría de sustancias químicas que podrían haber sido detonadas dentro de hasta 10 aviones con rumbo a Estados Unidos.
Como consecuencia de la operación policial, la mayoría de los aeropuertos británicos tuvieron que retrasar o cancelar vuelos y aumentaron los controles de seguridad, mientras que Heathrow, el mayor aeródromo del país, suspendió la entrada de vuelos que no estén ya en el aire.
El Reino Unido elevó a "crítico" su nivel de amenaza terrorista, lo que significa que un ataque puede ser inminente. (EFE)