La viuda del ex ministro José Tohá, Moy de Tohá, dijo sentir paz interna luego del nuevo funeral del personero del Gobierno de Salvador Allende, después de que los peritajes determinaran que en su deceso hubo participación de terceros.
La esposa del ex titular de Interior y Defensa valoró que a pesar de los momentos duros que vivió se logró demostrar la verdad sobre su deceso.
"Han sido momentos bien duros, bien largos, no solamente estos dos años, sino que 38 años y hoy lo que siento es una tremenda paz interior, conmigo misma, una paz con José, una paz con el país, porque siento que lo que pasó con José lo que nos demostró es que a pesar del tiempo transcurrido se podía llegar a una verdad", manifestó.
José Tohá hijo aseguró que "mantenemos nuestra confianza y tranquilidad" en la labor de la Justicia, esta vez "por tantos chilenos que han tenido menos suerte y aún esperan esclarecer" lo que pasó con sus seres queridos.
En octubre pasado el Servicio Médico Legal (SML) dio cuenta de la fractura del cartílago tiroide y cricoide y dos posibles causas de su muerte: Estrangulación o ahorcamiento homicida. Con esto se confirmó el asesinato de Tohá.
En tanto, el director del SML, Patricio Bustos, añadió que "los victimarios han hecho todo lo posible por mantener la acción de encubrimiento más grande en la historia de Chile que ha significado el intento de ocultar los crímenes de la dictadura que oprimió a nuestro país".
"Como SML tenemos la tranquilidad de haber hecho muy bien nuestro trabajo", afirmó.
Al funeral asistieron varios compañeros políticos de Tohá, entre ellos el ex ministro Sergio Bitar quién también estuvo en la isla Dawson y el ex presidente Ricardo Lagos.
El deceso
Tohá, ministro de Defensa e Interior del presidente Allende, murió el 15 de marzo de 1974, en el Hospital Militar de Santiago, seis meses después del golpe militar dirigido por el general Augusto Pinochet.
El ministro había sido hospitalizado a causa de un estado de debilidad derivado de las torturas sufridas en prisión y en la inhóspita isla Dawson, en el extremo sur del país, donde la dictadura militar (1973-1990) confinó a altos cargos del Gobierno de Allende.