Tras permanecer prófugo durante más de un año, fue detenido este viernes el exagente de la dictadura chilena Guillermo Salinas Torres, condenado en 2023 a 15 años y un día de cárcel como coautor del homicidio del economista y diplomático español Carmelo Soria en julio de 1976.
Efectivos policiales, en particular miembros de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI), dieron con el paradero del exmilitar en la ciudad de Arica, quien tras su detención fue enviado para su ingreso en recinto penal por orden de la ministra Paola Plaza.
El crimen de Soria, que desempeñaba funciones en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), fue además investigado por el juez español Baltasar Garzón, en un esfuerzo que en 1998 desembocó en la detención del dictador Augusto Pinochet (1915-2006) en Londres.
Salinas, exoficial del Ejército y miembro de la Brigada Mulchén de la disuelta Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), la policía política de la dictadura civil militar de Pinochet, está también procesado como autor del homicidio de Santiago Renato León en 1976, además del delito de asociación ilícita.
Según estableció la Justicia, Soria fue secuestrado, torturado y asesinado por agentes de la dictadura, que luego simularon un accidente.
Siguen algunos exoficiales del Ejército prófugos
Entre los culpables se encuentran los que fueron jefes de la DINA, Pedro Espinoza Bravo y Raúl Iturriaga Neumann, condenados cada uno a 15 años de prisión, y los agentes secretos Juan Morales Salgado, René Quihot Palma y Pablo Belmar Labbé, con penas de entre 15 y 10 años de prisión mayor, además de propio Salinas.
"A partir del año 1973, la DINA operó sistemática y clandestinamente en contra de múltiples opositores políticos del gobierno militar y de sus colaboradores, entre los que consideraron a Carmelo Soria Espinoza. La actividad de esta organización se encubría con aparentes actividades estatales de inteligencia, policía y seguridad", argumenta la sentencia en agosto de 2023.
Por este caso permanecen prófugos los exoficiales del Ejército Pablo Belmar Labbé y René Quilhot Palma. Por otros otros crímenes de lesa humanidad, 13 personas siguen fugitivas de la Justicia.
La dictadura de Pinochet dejó al menos 3.200 opositores asesinados, de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada. Tras décadas de búsqueda se encontraron e identificaron los restos de 307 y aún falta encontrar a otros 1.162, según las últimas cifras oficiales.