El ex Presidente Ricardo Lagos apuntó con fuerza en Cooperativa al rol que cumplieron los civiles que "empujaron" el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende y que luego participaron en la dictadura de Augusto Pinochet, aun en conocimiento de que ésta violaba en forma sistemática los derechos humanos.
El ex Mandatario visitó este viernes los estudios de Cooperativa para entregar su mirada a 40 años del golpe, instancia que aprovechó para contrastarla con las pasadas conmemoraciones del quiebre institucional.
"Si usted lo piensa, el 93 –ya en democracia, con Patricio Aylwin- eran 20 años (del golpe) y no pasó nada o pasó muy poquito, salvo ceremonias en La Moneda a las cuales invitó Patricio Aylwin. El 2003 efectivamente buscamos hacer un recuerdo de lo que había ocurrido abriendo la puerta de (Morandé 80 de) La Moneda, allí donde se quisieron borrar las imágenes, porque por allí había salido el cuerpo de Salvador Allende", recordó.
A diferencia del 93 y el 2003 "esta vez, a 40 años, hubo un despertar de muchas emociones a partir de lo que se ha visto, se ha escuchado, se ha sabido, declaraciones como la de la Corte Suprema... En suma, yo diría que aquí hubo un atreverse a mirar en profundidad lo que ocurrió, y creo que hasta aquí eso no había sucedido", analizó.
Este septiembre se pudieron "decir las cosas como fueron, ver las escenas aquéllas de Carmen Hertz (...) Ahí la gente percibe que una cosa fue el golpe, que pudo durar 48 horas, pero después de 48 horas las Fuerzas Armadas tienen el control absoluto del país, y a partir de ese momento no se justifica nada" en relación con los atropellos cometidos.
A la vez, "hoy día está claro que la salida política que buscó Allende, que fue el plebiscito, fue lo que adelantó el golpe, porque está claro ya que Pinochet y Allende hablaron el día domingo (9 de septiembre), cuando le informa a los altos mandos que va a hacer una convocatoria a plebiscito", expresó.
La civilidad cómplice
El ex Presidente indicó que esta mirada "profunda" de lo ocurrido en 1973 ha permitido, a la vez, develar el grado de responsabilidad que le cabe a los civiles "cómplices" de la dictadura.
Lagos apuntó a "la responsabilidad de los partidos políticos, de la prensa, del Departamento de Estado de Estados Unidos con la CIA, porque estábamos en la Guerra Fría y había 'buenos' y 'malos'; 'usted está conmigo o contra mí'", entre "los factores inmediatos que desencadenan la tragedia".
La discusión de las causas del quiebre "es un tema para largos años de historia (...), pero lo que no es materia de historia es pretender justificar un golpe de Estado. Ése es el punto central, a mi juicio. Claro que había mucho desorden (durante la Unidad Popular), pero ese desorden no era comparable con lo que viene después, que es el terrorismo de Estado sistemático a partir de un aparato militar, y eso lo sabíamos todos. Entonces, cuando el Presidente Piñera dice: 'Aquí cómplices pasivos...", bueno, hay algo de eso", manifestó Lagos.
"Acá hubo una responsabilidad de la sociedad civil", especificó, llamando a referirse al 11 de septiembre como "golpe 'cívico-militar'"; una expresión "mucho más exacta, porque en verdad hubo una civilidad que no solamente quería el golpe y lo celebró, sino que lo empujó. Por eso las discusiones que hay hoy día de cómo interpretamos la declaración de la Cámara de Diputados (de agosto del 73)", que acusó "quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República".
Ya tras el derrocamiento de la Unidad Popular, en plena dictadura, hubo civiles que "tuvieron cargos de responsabilidad muy altos: ministros, subsecretarios. ¿No sabían (de las violaciones a los derechos humanos)? Cuesta imaginarlo", manifestó.
El líder socialista aseguró que hay impunidad "en ese sentido, porque ésos sí son responsables: estaban en conocimiento de lo que estaba ocurriendo y en posiciones de poder, y ahí no ha llegado la mano de la Justicia y es muy difícil que llegue, porque el que ejecutó, el que percutó (el disparo) era 'el otro'", lamentó Lagos, que expresó su rechazo hacia quienes piden que "no miremos el pasado".
"Chile se atrevió esta semana a mirar el pasado, lo más profundo de lo que nos pasó: ver dónde están los chilenos y chilenas que hacían de la tortura una actividad burocrática rutinaria, y que a las 10 y media de la mañana hacían una pausa para el café (...) Ahí uno tiene que ver qué le pasó al alma profunda de Chile que generó a todo un grupo de personas que eran capaces de aquello y lo siguen negando", reflexionó.
Contreras y Cheyre
El ex Presidente también repudió los dichos del ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, quien negó que el órgano represor que dirigía haya violado los derechos humanos o torturado a opositores a Pinochet.
"O él vive en un mundo imaginario o su cinismo es absoluto, pero eso ya supera los límites de lo creíble", dijo el también ex ministro, que se declaró partidario que quitarle el grado militar a Contreras.
"Yo creo que ahora, después de esas declaraciones, lo que va a estar en cuestión es decir: ¿Qué hacemos con este señor? ¿Sigue siendo llamado general del Ejército? (...) Me parece a mí que lo que ha ocurrido ahí no es propio de un general en retiro", y junto con él "hay que analizar" otros casos de ex represores.
El ex Jefe de Estado se refirió finalmente a la polémica que enfrentó en las últimas semanas el general (r) Juan Emilio Cheyre, tras develarse que en el 73, con 25 años, como teniente del Ejército, entregó en un convento de La Serena a un niño cuyos padres habían sido asesinados por militares.
"En la trayectoria de Cheyre, en lo que ocurrió cuando era teniente, yo creo que su error fue decir: 'Yo no lo sabía', porque todos lo sabíamos; cuando hablábamos de 'Ley de fuga' todos sabíamos lo que eso quería decir"; una ejecución.
Ricardo Lagos señaló, en todo caso, que como comandante en Jefe del Ejército bajo su Gobierno, "Cheyre fue muy importante en la forma de encauzar a su generalato" hacia el "nunca más" a las violaciones a los derechos humanos y darle a éste "rango institucional".
