La tradicional Romería que se hizo esta jornada en homenaje a las víctimas de la dictadura contabilizó 57 detenidos, correspondientes a manifestantes descolgados que provocaron desmanes en la parte trasera de la marcha.
Familiares de ejecutados políticos y de detenidos desaparecidos caminaron desde la Plaza Los Héroes hasta el Cementerio General de Santiago, con el fin de recordar a sus seres queridos pese a los enfrentamientos entre encapuchados y personal policial.
De los aprehendidos, 11 eran adolescentes, y de ellos, dos jóvenes de 14 y 16 años fueron sorprendidos in fraganti, lanzando y confeccionando bombas molotov.
Los sujetos lanzaron estas bombas a los uniformados y a los dispositivos policiales, por lo que fue necesario ocupar un carro lanzaaguas. Además, atacaron una estación de bencina ubicada en Avenida Recoleta.
Un familiar de un detenido desaparecido participó en la romería y repudió estos disturbios: "Los enfrentamientos claramente no nos representan. Este es un acto de reflexión, de tipo cultural y de recuerdo por las personas que fallecieron y que todavía no se encuentran".
"Es un momento donde venimos a rememorar a los nuestros y estar presentes, pero estos niños que andan vestidos de negro con caras ocultas no nos representan. No tienen nada que hacer acá: no luchan por nada más que por un ego de ellos", acusó en Cooperativa.
"No queremos más violencia, sólo queremos recordar a los nuestros y esto empaña todo", enfatizó el hombre.
A estos sujetos se les acusa de una serie de infracciones, incluyendo desórdenes públicos, daños a la propiedad, lanzamiento de fuegos artificiales, porte de armas blancas y la fabricación y lanzamiento de artefactos incendiarios.
Delegado Durán detalló el trabajo policial
Al respecto, Gonzalo Durán, delegado presidencial de la Región Metropolitana, afirmó que se había trabajado arduamente "desde hace varias semanas" con las agrupaciones convocantes a la romería, en una coordinación exhaustiva con todos los servicios públicos regionales.
El objetivo principal de este esfuerzo conjunto fue "minimizar factores de riesgo" durante el evento, puntualizó.
La autoridad regional subrayó que, a pesar de que "hubo uso de fuegos artificiales y un intento por utilización de bombas de pintura", la evaluación general es que "no hubo grandes afectaciones ni en el Palacio de La Moneda ni en todas sus inmediaciones".
Además, destacó un trabajo específico con los 99 locatarios identificados a lo largo del recorrido de la marcha, con quienes se mantuvo contacto y coordinación, resultando en que "no hemos tenido ningún daño a estos locales comerciales".