En el marco de las diligencias por la tragedia ocurrida en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), donde la explosión de una bomba molotov al interior de un baño dejó 35 alumnos heridos, los investigadores decidieron ampliar las diligencias hacia adultos y autoridades del recinto educacional.
Según reveló El Mercurio, las pesquisas, realizadas este miércoles por personal de Carabineros, no apuntan a un rol activo de los adultos en la realización de artefactos incendiarios, sino que a un "dejar hacer" y una presunta falta de cumplimiento de medidas para el resguardo de los alumnos.
Las diligencias en el INBA se dieron tras los resultados de los peritajes químicos realizados por el Labocar de la policía uniformada, que revelaron el acopio de una gran cantidad de combustible -bencina- al interior del recinto.
Tras recibir la autorización judicial, este miércoles se incautaron computadores, documentación, protocolos de seguridad y todo lo relacionado con la normativa interna del establecimiento.
Respecto a esta acción, la fiscal Macarena Cañas, jefa de Flagrancia Centro Norte, explicó que buscaba obtener "información respecto de cuáles son los procesos que ha aplicado la dirección del colegio en el evento que se produjo la semana pasada y respecto de muchos otros hechos anteriores, que también se dieron en el contexto de lo que denominamos 'salidas', es decir, cuando grupos de estudiantes infringen el ordenamiento interno, salen durante clases, lanzan bombas molotov e ingresan (reingresan al colegio)".
"Son antecedentes que son importantes para saber en qué va avanzando el colegio para la identificación de esos alumnos y poder entender, aclarar y establecer cómo es posible que un grupo de 35 jóvenes terminaran con quemaduras y heridas", puntualizó la persecutora.
En las indagaciones se advierte la presencia de una posible "fabrica" de artefactos incendiarios, con un almacenamiento y producción de bombas molotov.