La Dirección del Trabajo (DT) acreditó en un informe preliminar que Hugo Morales -gásfiter de 63 años que falleció mientras desempeñaba labores al interior del Palacio de La Moneda- trabajó más de 18 horas seguidas antes de su deceso.
El funcionario murió hace más de un mes, durante la madrugada del 28 de septiembre, por un paro cardiaco. Posteriormente, su excompañero de trabajo John Zavala denunció cargas laborales excesivas que incluso calificó como "inhumanas".
En este contexto, según publicó La Tercera, el informe preliminar del órgano inspector dejó constancia de que Morales era funcionario público en calidad de contrata vigente con la oficina de la Presidencia de la República.
Sobre su larga jornada laboral, el texto adjunta el registro de asistencia. Éste señala que el 27 de septiembre el funcionario había ingresado a prestar servicio desde las 8:17 de la mañana, y que el accidente aconteció el 28 de septiembre a las 2:00 de la mañana, es decir, 18 horas después.
También el documento egrime que, además de cumplir extensamente con las 44 reglamentarias semanales que establece la jornada, hasta el 26 de septiembre acumuló 24 horas diurnas extraordinarias y cuatro horas nocturnas extras en el mes.
"Prácticamente, en una semana hizo, de manera extra, el equivalente a la jornada de 44 horas semanales, sin perjuicio de que también cumplió con aquella jornada", dijo en declaraciones al vespertino el abogado Marcelo Castillo, representante de la familia de Morales.
"El caso de don Hugo es extremadamente dramático en el contexto de una persona sujeta a jornadas laborales muy extenuantes y largas", comentó para luego agregar que el mismo día en que el gásfiter trabajó 18 horas, otro trabajador renunció debido a las condiciones laborales.
A inicios de octubre, estas denuncias fueron replicadas por la Federación Nacional de Asociaciones del Palacio de La Moneda (Fenapal), que exigió remover a la directora administrativa de la sede de Gobierno, Antonia Rozas, como "primer paso" para revertir la sobrecarga laboral.