El religioso aseguró que tiene el apoyo del papa Francisco y que no existió encubrimiento.
Los obispos sostienen la última jornada de reuniones con el pontífice.
El cardenal Francisco Javier Errázuriz reafirmó sus declaraciones sobre un presunto encubrimiento en el caso Karadima, asegurando que es "evidente" que lo investigó, junto con asegurar que cuenta con el respaldo del papa Francisco.
En el marco de las reuniones que han sostenido 34 obispos chilenos con el pontífice, Errázuriz comentó a Canal 13 que "investigué a Karadima (...) la carta está escrita, punto".
Al ser consultado sobre si realmente investigó sin encubrimientos, el prelado planteó que es "evidente que sí" se siguieron los canales adecuados.
En relación con una posible desinformación al pontífice, Errázuriz aseveró que "me dijo exactamente que yo lo había informado siempre bien, es lo último que digo".
Última jornada de reuniones
Durante este jueves se llevó a cabo la última jornada de reuniones en la Santa Sede, con un primer encuentro que se extendió por 40 minutos durante esta mañana.
El obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, confirmó que el pontífice está escuchando a cada uno de los participantes, quienes se encuentran analizando un documento de nueve páginas elaborado por Francisco.
"Hemos tenido un momento muy cercano con el papa, de mucha comunión, escuchando a cada uno de los obispos de Chile que aún no habían hablado, haciendo eco a la meditación que el nos dio el día primero", indicó.
El obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, planteó que "estamos en la última reunión con el Santo Padre, estamos muy esperanzados con lo que han sido estos encuentros de diálogo con el papa después de las indicaciones en las cuales nosotros pudimos pensar, reflexionar, conversar y básicamente en un proceso de discernimiento".
"Hoy día comienzan a volver los obispos y hoy día también concluyen los encuentros con el Santo Padre. Probablemente mañana (viernes) podamos comunicar las conclusiones", añadió.
Al ser consultado sobre el rol del obispo Barros en la cita, Ramos recalcó que "todos los obispos hablaron".
Por su parte, Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, planteó que el pontífice "debe estar dolorido, como lo está el pueblo de Dios en Chile. ¿Quién no está dolorido con lo que ha pasado? El caso de Chile es excepcional, venir 34 obispos junto al Santo Padre no ocurre todos los días".
"La iglesia de Chile no es la iglesia de Estados Unidos ni la de Irlanda. Hay que tratar los casos como lo que son, escuchar que tienen que decir", dijo.
