El obispo de Osorno, Juan Barros, hizo caso omiso de las fuertes críticas despertadas en la opinión pública y en la propia Iglesia Católica por su participación en las actividades del papa Francisco en Chile.
Ignorando los varios llamados públicos realizados por sacerdotes para que se restara, Barros -formado por el cura Fernando Karadima y sindicado como encubridor de sus abusos sexuales- apareció a primera hora de este jueves en la ciudad de Iquique, donde Francisco celebra hoy la "Misa por Nuestra Señora del Carmen" en el sector de Playa Lobito.
Abordado por periodistas, el prelado recordó que entre 2000 y 2004 fue obispo de Iquique, donde dijo haber vivido "años muy felices, aprendiendo la piedad popular del norte de Chile".
Además, emplazado por la manera en que su nombre ha opacado las actividades de Francisco en el país, aseguró que éste le ha entregado personalmente palabras de "apoyo, ánimo y cariño"; especialmente ayer, durante la "Misa Por el Progreso de los Pueblos" en Temuco; ya desatados los cuestionamientos a su presencia.
"Ayer el santo padre fue muy cariñoso al final de la misa, dándome palabras de ánimo... Las palabras específicas me las guardo en el corazón, pero fueron palabras muy lindas de apoyo y de cariño", afirmó Barros.
"El santo padre ha sido siempre conmigo muy cariñoso, muy apoyador y eso a uno, como hijo de la Iglesia, como sacerdote y como obispo lo alegra, lo fortalece", continuó, asegurando que quienes lo critican son una minoría, incluso en el propio Osorno.
Afirma tener "adhesión" en Osorno
"No confundan a un grupo con una Diócesis. En Osorno he tenido momentos muy lindos. Hay gente que participa con mucho cariño en la Iglesia, con mucho respeto en las celebraciones religiosas, y también con adhesión al pastor que el santo padre les ha enviado", planteó.
Vuelto a ser confrontado con la polémica de su protagonismo en la visita papal, y consultado por si no ha pensado en restarse, respondió que "participar en la misa para uno es lo más grande, y eso es lo que prima, por mucho que haya algún otro comentario".
"Un sacerdote tiene que estar puesto en Dios (...) ¿Quién es perfecto en este mundo? Jesús no elige a los perfectos", finalizó, en una ronda de prensa donde volvió a ser encarado por la periodista argentina Mercedes Ninci, quien ayer le lanzó un comentado: "¿Por qué no deja la sotana y le hace un bien a la iglesia?".