La exautoridad regional del Biobío respondió a preguntas sobre irregularidades detectadas en su gestión.
Díaz figura como testigo en algunas aristas del caso convenios y como imputado en ProCultura.
Rodrigo Díaz, exgobernador regional del Biobío, rompió el silencio este jueves al declarar en calidad de testigo en el marco de la investigación del caso convenios.
Desde que dejó el cargo el pasado 6 de enero, Díaz había evitado pronunciarse públicamente, pese a haber sido citado en reiteradas ocasiones -como testigo y como imputado- en diversas aristas de la causa.
En esta ocasión, su testimonio se centró en lo relativo a las fundaciones Leitat y Motum, y a una investigación por presunta obstrucción a la justicia.
Durante su declaración, fue consultado por los resultados de una auditoría que él encargó durante su gestión y que arrojó serias observaciones: faltas graves a la probidad, conflictos de interés y múltiples irregularidades administrativas, cuya responsabilidad, según el informe, recaería directamente sobre el exgobernador.
Díaz señaló que la auditoría "reafirma buena parte" de un informe anterior elaborado por la Contraloría General de la República, y reconoció que el documento identifica aspectos que debían ser corregidos.
"Algunas de esas situaciones ya se mejoraron", afirmó, y añadió que "era lógico que se encontraran problemas", dado que la auditoría cubre un periodo específico de su administración.
Asimismo, manifestó su esperanza de que los resultados sirvan para mejorar procesos y fortalecer el rol del Gobierno Regional.
Actualmente, Rodrigo Díaz mantiene la calidad de testigo en algunas causas y de imputado en otras, en particular en la investigación relacionada con la fundación Pro Cultura. Por esta razón, decidió ser representado legalmente por la Defensoría Penal Pública de la Región del Biobío.
