Dos ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago, Tomás Gray y José Pablo Rodríguez, dejaron constancia de tener vínculos previos con Manuel Guerra, justo después de que ayer la Séptima Sala, integrada precisamente por estos magistrados, aplazara la revisión de una querella de capítulos en contra del exfiscal.
Esta revelación, que ha llamado la atención de expertos y de la parte querellante, ocurrió en el marco de un proceso penal donde la Fiscalía busca formalizar al otrora persecutor regional de la Región Metropolitana Oriente (2015-2021) por varios delitos, después de que se descubriera que supuestamente favoreció al abogado Luis Hermosilla en diferentes causas, incluidas gestiones irregulares en el caso Penta.
En el caso de Gray, el vínculo se remonta a 2017, cuando se contactó con el entonces fiscal para solicitarle ayuda en el proceso de elaboración de una terna, mientras postulaba al cargo de ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago. Si bien este proceso le fue favorable y juró como magistrado ese mismo año, se desconoce si la intervención de Guerra fue determinante o si se materializó una injerencia directa en el resultado.
Por su parte, Rodríguez también intentó obtener ayuda del persecutor en su carrera judicial. En 2022, se contactó en dos ocasiones con él para pedirle gestiones que le permitiesen quedar en la terna para ministro de la Corte de Apelaciones de San Miguel. Aunque ese intento particular no fue fructífero, un año después, en 2023, Rodríguez juró como magistrado de la Corte de Santiago.
Lo que ha generado mayor controversia es que esta constancia de vínculos no se hizo de manera previa a la citación de la Séptima Sala, sino justo después de que la audiencia fuera suspendida y reprogramada para la próxima semana. Esta tardía revelación por parte de los magistrados ha sido observada con atención por diversos expertos en derecho.