La abogada Ymay Ortiz, exjefa de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional, expuso en Cooperativa que un patrón "común" en casos de esa índola es la ingesta de alcohol, un elemento clave en las sendas investigaciones penales contra el exubsecretario Manuel Monsalve y el exfutbolista Jorge Valdivia por violación.
"Son situaciones comunes las fiestas, los bares, etcétera. Estadísticamente las mujeres son las principales víctimas y el alcohol las pone en vulnerabilidad en términos de no poder oponerse a una agresión sexual, y ese es uno de los elementos del delito de violación", sostuvo la exfiscal en entrevista con Una Nueva Mañana.
Si bien son patrones que suelen repetirse en estos casos, "ahora han salido a la luz pública por la calidad de los denunciados", puntualizó.
Respecto a las investigaciones, Ortiz planteó que, "además de la dificultad de prueba, común en los delitos (en general), en este tipo de casos tenemos una serie de prejuicios y estereotipos de lo que se espera de una 'buena víctima'".
Asimismo, cuestionó que aún exista una estigmatización "respecto de las actitudes de las mujeres (...) como si ciertas actitudes de las mujeres las pusieran en situación de disponibilidad de su sexualidad".
La especialista apuntó que "para que exista violación, el núcleo está en el consentimiento, porque lo que está protegido en las personas adultas es la libertad y autonomía".
En la configuración de estos delitos, explicó, pueden estar presentes "la fuerza y la intimidación", o también un aprovechamiento "de que la persona está sin sentido o de su incapacidad para oponerse".
"Y hay ciertas situaciones en las cuales se puede argumentar una disminución de esas capacidades: las de jerarquía, de dependencia, de ambientes laborales o académicos. Esa sola relación, junto a otras pruebas, dan indicios de una capacidad de oposición reducida, por lo tanto, la capacidad de consentir una relación sexual", detalló.
"Si a eso le agregamos el alcohol, vamos sumando" elementos, puesto que "el alcohol es una toxina, una droga, y produce lagunas mentales".
Aparte de todo ello, la exfiscal reflexionó que "estos delitos se viven con mucha vergüenza en las mujeres, porque la sexualidad es algo con lo que crecemos siendo amenazadas: la mayor parte de las mujeres en algún minuto sufrimos algún tipo de trasgresión sexual, en la micro, en el Metro, en la calle. Es una situación de mucha vergüenza que inhibe hacer una denuncia temprana".
