El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, pidió no convertir al nuevo Consejo Nacional para la Prevención de Abusos contra Menores, que entró en funcionamiento este jueves, en una "caza de brujas".
"Creo que la opinión pública es sensata y que no va a haber una especie de caza de brujas, de acusar sin responsabilidad. Lo que uno espera es que, a la luz de la transparencia con la que queremos trabajar, es que los que tengan rumores fundados o hechos ciertos, que los denuncien en el obispado respectivo. Ahí debe haber un sacerdote o una persona que esté encargado de estos asuntos", sostuvo Goic.
"Nosotros, si eventualmente recibimos también remitiremos a los respectivos obispados" sostuvo Goic, mientras que el vicario de la Educación de Santiago, Juan Francisco Piñilla, enfatizó en el carácter de instancia de asesoramiento que tiene el consejo.
"Hay que comprender que es una comisión que asesora a los obispos, pero cada diócesis tiene conductos y establecidos por protocolo para recibir las denuncias, entonces muchas personas creen que somos nosotros tenemos que recibirlas, no. Siguen los protocolos normales", aclaró Pinilla.
"Nosotros tenemos que aconsejar las políticas de ayuda a la víctima, de acompañamiento espiritual, de sanación y políticas también pastorales", sostuvo el vicario.
Justicia e iglesiaLa abogada y doctora en derecho canónico, Ana María Celis, quien también conforma la mesa, recalcó que es decisión de la víctima acudir a la iglesia, pero "no es la iglesia la llamada a suplir la voluntad de la persona en presionarla para que concurra" a la justicia.
"Por un lado está el cumplimiento de la ley y por otro lado el respeto a la libertad de conciencia de las personas, y si esa persona decide en conciencia que aportado, a lo mejor primero, por un camino eclesial y posteriormente ella se encuentra preparada para denunciarlo ante la autoridad civil, bienvenido sea", recalcó Celis.