La familia de Jaime Anguita acusa que el hombre sufrió "torturas".
En 2017 fue absuelto por el crimen de su esposa, ocurrido en Puerto Varas en junio de 2010.
Jaime Anguita permaneció casi dos años en prisión preventiva como principal sospechoso de la muerte de su esposa.
La familia Anguita Haeger, compuesta por el padre, Jaime, y las hijas Vivian y una menor identificada con las iniciales S.A.H., presentó una demanda de indemnización de perjuicios ante el 30° Juzgado Civil de Santiago, acusando negligencias en la investigación del crimen de la madre, Viviana, ocurrido en 2010, en Puerto Varas.
De acuerdo a lo informado por La Tercera PM, en la acción judicial la familia solicita una indemnización de 1.998.125.980 pesos por los daños ocasionados por la falta de servicio de la Policía de Investigaciones (PDI), el Servicio Médico Legal (SML) y el Ministerio Público.
Durante toda la investigación y el posterior juicio, el principal sospechoso de la muerte de la mujer fue Jaime Anguita, viudo de Viviana Haeger, por lo que permaneció casi dos años en prisión preventiva, ya que de acuerdo a la Fiscalía, él habría contratado los servicios del sicario José Pérez Mansilla para cometer el homicidio de la mujer.
Sin embargo, el 28 de septiembre de 2017, el Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt absolvió a Anguita de todos los cargos, debido a que los antecedentes presentados en el juicio por parte del Ministerio Público no fueron suficientes para acreditar su responsabilidad en el crimen, por lo que sólo fue condenado Pérez, a 10 años de cárcel.
Detalles de la demanda
Según el mismo medio, la familia denuncia que Anguita sufrió "torturas" por parte del Estado de Chile, ya que desde diciembre de 2015 "se requirió a Gendarmería que aplicaran la política por riesgo de suicidio, por lo que durante más de seis meses no pudo dormir con la luz apagada".
La demanda presentada también asegura que el viudo de Viviana Haeger "era despertado reiteradamente en las noches y debía dormir vigilado por un gendarme quien estaba en la misma celda que él".
El texto citado por La Tercera PM sostiene que "esto generó un profundo estrés y llega incluso a ser un ejemplo claro de tortura en contra del demandante, un chileno que fue víctima de la negligencia del Ministerio Público, de la PDI y del SML, pero que de igual forma fue torturado por orden de un servicio dependiente del Estado que tiene como obligación velar por la protección de sus derechos".
El documento también asegura que el tiempo en que Anguita permaneció en prisión preventiva afectó "su honra, patrimonio y seguridad, siendo víctima de vejámenes sin igual, los que en algunos casos pueden incluso ser calificados de tortura".
En el líbelo acusatorio se explica que otra de las consecuencias que dejó el caso fue la "destrucción de la familia materna (Haeger Masse), que, a pesar de la absolución de Jaime Anguita, sigue sindicándolo como el responsable de la muerte de su hija y hermana, pese a la verdad a la que se arribó, impidiendo la reconstrucción de este vínculo".
Situación de las hijas del matrimonio
El escrito además hace referencia a la situación vivida por Vivian, hija del matrimonio Anguita-Haeger, quien debió abandonar sus estudios en Alemania y volver a Chile "para hacerse cargo de su hermana menor, asumiendo responsabilidades que no le correspondían, mientras en paralelo digería el hecho de que su padre estaba imputado por el asesinato de su madre".
La demanda también establece los daños sufridos por la hija menor de la familia, quien vivió "una infancia disfuncional en diversos hogares de familiares" y "el excesivo escrutinio público, producto de las filtraciones a los medios de comunicación, tanto de la PDI como de la Fiscalía, las innumerables entrevistas, lo que hizo que hoy en toda la región, Jaime Anguita Medel siga siendo el asesino de su cónyuge".
