Partidos de derecha y centro derecha dejan la responsabilidad a Republicanos y el Partido Social Cristiano en encontrar los votos para bajar presidencia de Karol Cariola (PC).
La reclamación será discutida en la próxima sesión ordinaria, no antes de 45 horas, por lo que se realizará la próxima semana.
Esta mañana se ingresó ante la oficina de partes de la Cámara de Diputadas y Diputados las dos censuras presentadas por Republicanos y el partido Social Cristiano contra la presidencia de la corporación, a menos de 48 horas de su elección.
Las mociones presentadas por la extremaderecha deberán ser discutidas y votadas en la próxima sesión ordinaria, no antes de 45 horas, por lo que será la próxima semana.
El objetivo de Republicanos y el Partido Social Cristiano es echar abajo la testera por la presencia de una presidenta comunista, Karol Cariola. Para ello, argumentan con el supuesto ofrecimiento realizado por el Gobierno -a través del ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde- al diputado del Partido de la Gente, Gaspar Rivas, para que asumiera la vicepresidencia de la corporación, situación que él mismo reconoció en una entrevista y reculó después.
No obstante, en la oposición reconocen que la posibilidad de que se pierda la reclamación es bastante altas y dejan la responsabilidad de conseguir los votos a las colectividades que presentaron las reclamaciones. Además, piden mesura ante la situación.
La diputada de Demócratas, Joanna Pérez, quien perdió la presidencia ante Cariola, apuntó al respecto que "creo que es tremendamente repudiable lo que ha hecho el Ejecutivo y eso no se puede volver a repetir. La mesa lleva menos de 24 horas y creo que hay que ser muy mesurado porque está en juego también la imagen del Congreso".
En una línea similar, el parlamentario Andrés Jounnet (Amarillos) recalcó que "los momentos en política son los momentos en política y ya está. Hay que tener cuidado cuando uno gasta mal las balas, porque además pueden rebotar y finalmente no cumplen el objetivo para el cual fueron efectivamente usadas".
Por su parte, desde Chile Vamos hay preocupación en la censura, pero apuntan particularmente a Republicanos, como un intento de sacudirse la responsabilidad que el diputado independiente Mauricio Ojeda (apoyado por Republicanos) no haya llegado a votar el lunes.
Dado lo anterior, ponen toda la responsabilidad de conseguir los votos en las colectividades que presentaron las reclamaciones, admitiendo las altas posibilidades de perder y se afiance la nueva mesa.
"La responsabilidad de que tenga viabilidad política es de Republicanos y el Partido Social Cristiano. Y si la llegamos a perder, existe una posibilidad bastante alta, va a ser como un segundo ungimiento de Karol Cariola como presidenta de la Cámara", señaló Ximena Ossandón, líder de bancada de Renovación Nacional.
"Hasta el momento, por lo que no hemos escuchado, los votos no estarían. Los nuestros van a estar", apuntó el diputado UDI Juan Antonio Coloma.
Por otro lado, el diputado Evópoli Francisco Undurraga apuntó la importancia de que "hasta las abstenciones juegan a favor de la mesa. El peso de la prueba hoy día está en quien pide la censura de la mesa. Luego, quien tiene que lograr la mayoría va a tener que ser el Partido Republicano. Y el Partido Republicano, hasta la fecha, tampoco ha conversado con Chile Vamos".
En concreto, a diferencia de la primera vuelta de la elección de la mesa directiva que se definía por mayoría absoluta, es decir, el 50% + 1, no se consiguió y se tuvo que ir a una segunda vuelta. La censura se gana o pierde con la mayoría simple de los presentes, por lo tanto, quienes se abstengan apoyarían para que pertenezca la testera de la corporación.
Por su parte, el diputado Gonzalo de la Carrera -exrepublicano y ahora integrante del Partido Social Cristiano- afirmó que van contra el Partido Comunista y Gaspar Rivas, utilizando como argumento las declaraciones de este último sobre un supuesto ofrecimiento del Gobierno para tomar la vicepresidencia.
"Esto de Chile Vamos, de permanentemente genuflectarse frente a la izquierda y hacer cálculos pequeños. ¿A quién le importa si vuelve a imponerse el Partido Comunista si ya están? El costo está absolutamente incurrido. Esto es una mugre, es un escándalo. Y aunque perdamos, lo vamos a hacer con las botas puestas porque así mueren los patriotas chilenos. Y si no nos resulta, vamos a seguir luchando hasta sacar al Partido Comunista y a Gaspar Rivas de esta mesa", manifestó el parlamentario.
"Respecto de los que faltaron y no estuvieron presentes la vez pasada, debiesen ser los más felices, porque esto es una segunda oportunidad para demostrarle a Chile que les interesa su trabajo", aseveró el diputado republicano Luis Sánchez, en referencia a los parlamentarios que se ausentaron en la elección de la mesa directiva.
"Yo esperaría que esa segunda oportunidad no la desprecien y que entiendan que, como compromiso por Chile, tienen que estar acá", enfatizó.
La diputada Cariola, por su parte, aseguró que "es muy lamentable que, a pesar de las aclaraciones que ya ha hecho el parlamentario Rivas, se continúe con esta posición, y perder el tiempo en el debate de una acusación como esta, que, además, no tiene sustento, no tiene sentido".
En ese sentido, la presidenta de la Cámara hizo un llamado a los impulsores de la censura a "recapacitar de lo que están haciendo. Esta es una institución seria que requiere estabilidad".
Desde el Gobierno, la titular del Interior, Carolina Tohá, respaldó la gestión del ministro Elizalde para articular los votos para la nueva mesa de la Cámara.
"Como Ejecutivo -y particularmente el ministro Elizalde- ha actuado dentro de lo que son las responsabilidades de su cargo, como lo ha hecho siempre y como todos lo conocen en este Parlamento; saben cómo es, el tipo de político y de autoridad que es y la corrección con la que lleva adelante todas sus actuaciones", señaló la jefa de gabinete.
