Luis Pardo, diputado electo de Renovación Nacional, dijo este martes en El Primer Café que el "amarre" de funcionarios que está propiciando la Administración Boric "es mucho más amplio" que el contenido en la ley de reajuste al sector público.
El protocolo de acuerdo alcanzado por los ministerios de Hacienda y Trabajo con la mesa del sector público respecto a dicho proyecto ha sido interpretado por la oposición como un intento del Gobierno saliente por limitar la capacidad de acción de José Antonio Kast, que asumirá el mando en marzo.
Esta mañana en Cooperativa, Luis Pardo opinó que "sin duda hay que legislar respecto del empleo público y generar un estatuto nuevo, porque (la fórmula existente) evidentemente está colapsada y el crecimiento inorgánico que ha tenido (el Estado) necesita de un ajuste".
"Sin duda tiene que haber una legislación que permita hacer más eficiente al Estado. No se trata de achicarlo por achicarlo; (porque) hay lugares donde se necesitan más funcionarios y lugares donde evidentemente hay de más", apuntó.
Puso como ejemplo de los problemas que "hoy día no se respetan los porcentajes de contratas y honorarios respecto de las plantas. (Además,) los contratos a honorarios, por definición, son transitorios, sin embargo, hay lugares y sectores del Estado donde hay personas trabajando con responsabilidades funcionarias, pero bajo un régimen de contrato a honorarios. Entonces hay que hacer una legislación". No obstante, "la ley de reajuste no es la instancia para legislar", argumentó el expresidente del Instituto Libertad.
Comunistas en Defensa, concursos a la rápida en el MOP
Pardo planteó que la discusión sobre los "amarres" no puede limitarse sólo a los funcionarios de confianza (la Administración Boric ha dicho que, en principio, sólo a éstos les corresponde salir), porque "el Gobierno ha incorporado miles de nuevos funcionarios, que es dudoso el servicio que están prestando", y "muchos son por afinidad política".
"Por ejemplo, hay una gran cantidad de militantes del Partido Comunista que ingresaron al Ministerio de Defensa, y yo no sé si la defensa ha mejorado por las decenas de militantes comunistas que están hoy día recibiendo sueldos bastantes importantes en ese Ministerio", afirmó el diputado electo.
También acusó que "en Obras Públicas están generando concursos bastante cuestionables: concursos bien a la rápida para dejar instalados a los funcionarios de confianza. O sea, esos funcionarios de confianza que nos dicen que van a salir cuando termine el Gobierno, (en realidad) los están dejando 'apitutados' en cargos de planta", sostuvo.
Señaló que hay casos similares en el Ministerio de Educación, y respecto al Servicio de Biodiversidad, que depende de Medio Ambiente, expuso que faltan "meses para que comience a funcionar, porque los reglamentos no están listos, pero ya están nombrados todos los jefes con sueldos enormes".
El panorama, sobre la base de "información muy concreta", indica que "esto es un amarre mucho más amplio que la glosa que viene indicada en esa en esa ley de reajuste", enfatizó Pardo.
En consecuencia, "vamos a recurrir a la Contraloría en (relación con) varios ministerios", porque "toda esa maniobra (...) tiene visos de corrupción, debe ser analizada e informada a la Contraloría y va a ocurrir así", de modo que todo lo eventualmente irregular "va a quedar bastante respaldado".
"Maniobra sin pudor, un descaro"
En una línea similar se expresó, también en El Primer Café, el diputado del Partido Republicano Stephan Schubert.
"Yo creo que aquí hay que ser súper claro y transparente con lo que está ocurriendo: el Presidente Gabriel Boric estaría dejando una situación consolidada respecto de trabajadores del Estado para una futura Administración, cosa que él no tuvo cuando él asumió el cargo. Esto no había ocurrido antes y no había ocurrido de esta forma", sostuvo.
"Están quedando (amarradas) personas que, eventualmente, un Gobierno entrante podría cambiar; las están dejando con esta cláusula de 'confianza legítima' de dos años, (lo que) es poco transparente y una maniobra bastante burda, que no habíamos visto antes", insistió.
Schubert enfatizó que, en el marco de "un proyecto de ley de reajuste al sector público -que es una cosa distinta- se introduce subrepticiamente una cláusula que deja a estas personas fijas en el Estado".
"Esto tenemos que votarlo (en el Parlamento), pero lo que molesta es la actitud: esto no se conversó, se introduce y va aparejado con la otra situación de concursos que se están acelerando para dejar a personas de confianza de este Gobierno ya en cargos para un futuro Gobierno; cargos que, en la práctica, corresponde que designe el futuro Gobierno", se quejó.
"Es una maniobra que carece de pudor, (...) de un descaro tal", y "va en contra de la realidad de nuestro país, va en contra de lo que actualmente necesitamos", agregó el legislador republicano, que dijo esperar "que el Gobierno recapacite y retire esta norma nunca antes vista en una ley de reajuste del sector público".
Lautaro Carmona: "No puede haber una fobia sobre la condición comunista"
"A propósito del pudor y el descaro, ¿el futuro Gobierno no va a proponer nuevos funcionarios que reemplacen a los que van a salir el 11 de marzo?", replicó a Schubert el presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona.
"¿No hay más funcionarios que vayan a entrar y que sean de militantes del Partido Republicano o de la derecha? ¿No van a nombrar gente, no? Para estar muy expectante a eso", añadió Carmona.
"Me gustaría saber si esa pregunta va en serio o solamente es un tinte irónico", contestó el republicano.
"Le explico al señor Carmona que cuando entra un gobierno, trae a personas de su confianza: por ejemplo, como jefe de gabinete, como asesor legislativo, como subsecretarios. Son cargos que están destinados a las personas que tienen que trabajar directamente (con las nuevas autoridades) y deben tener, además, una misma línea política: así como lo hizo su Gobierno (de Gabriel Boric) cuando entró, que despidió a mucha gente, (incluyendo) algunos de carrera, que no eran de confianza del gobierno anterior, y que aún algunos están en juicio... Los cargos que son de confianza, por supuesto, sí van a ser reemplazados (por Kast)", dijo Schubert.
"Entonces los calificativos de pudor y descaro están de más (...) No contribuyen en nada y ponen en riesgo el respeto que todos debemos tenerle a un trabajador público", respondió Lautaro Carmona, que también tuvo palabras para la acusación de Luis Pardo sobre las "decenas de comunistas" que están trabajando en Defensa.
"Cuando se postula mediante una presentación de currículum, tendrá que verse quiénes son los que evalúan esos currículums para que tales o cuales puedan ingresar o no. Pero no puede haber una fobia sobre la condición comunista para que alguien sea (considerado) un buen trabajador", planteó el timonel.
"Un trabajador que tiene una militancia en un partido no tiene por qué estar negado con su aptitud, vocación, capacidad, entrega, etcétera, que amerita reconocimiento a la tarea pública, más allá de quién es el trabajador", sentenció Carmona en Cooperativa.