En El Primer Café de Cooperativa, el exministro Nicolás Eyzaguirre (PPD) hizo ver la necesidad de que la propuesta de reforma al sistema político, que un grupo transversal de senadores levantó esta semana, impulse la fusión entre partidos pequeños.
A modo de ejemplo, planteó que "soy del PPD, y creo que no hay ninguna razón por la cual tiene que seguir solo: tiene que hacer un único partido con los socialistas, con liberales, eventualmente radicales, para constituir una gran socialdemocracia moderna. De lo contrario, estás destinado a desaparecer".
"Si eres un partido pequeño que tiene dificultades, pero tienes partidos hermanos, muy parecidos, fusiónate y así vas a poder continuar", precisó.
Un mecanismo que Eyzaguirre sugiere para conseguir ese objetivo es que, "si en la primera vuelta (presidencial) un candidato tiene 40%, y el siguiente está al menos a 10 puntos de distancia, esa persona sea elegida directamente Presidente", dado que "incentiva a que se agrupen muchos partidos para lograr ese 40%, y en cambio, la segunda vuelta fomenta la dispersión, porque todos apuntan a llegar segundos para poder pasar a segunda vuelta".
El exministro José Antonio Gómez (Partido Radical) matizó que "es importante buscar fórmulas de fortalecer la democracia, que se evite la dispersión, la atomización; el punto, en mi opinión, es que no es un tema que deba enfrentarse sólo respecto de cómo logro partidos más grandes. Eso no determina ni va a cumplir el propósito de lograr mejorar la política, que yo creo que es mucho más importante".
"En el caso de la dispersión de votos, me preocuparía -por ejemplo- de permitir que haya federaciones antes o después, que los partidos chicos se puedan juntar si es que no lograron el total de la votación, pero si tienen el 5% (de umbral electoral) que están planteando" los senadores en su propuesta.
La postura de la derecha
A su turno, la directora ejecutiva de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst, reconoció que "la propuesta de reforma al sistema electoral no me convence, y creo que no soluciona los temas de fondo", al tiempo que observó que "hay un tema que no se ha planteado, que es el financiamiento" de las campañas políticas.
"Así como comulgo con la idea de poner un porcentaje mínimo para acceder a escaños en el Parlamento -que puede ser en cinco o diez años más, para el próximo ciclo-, también (debería haber) un porcentaje mínimo de votos para recibir aportes estatales", considerando que en el último tiempo "se ha acuñado el concepto de 'partidos tipo pyme', que con muy poca votación reciben importantes recursos y meten mucho ruido, más allá de contribuir a la democracia".
Finalmente, si bien el exministro Cristián Monckeberg (RN) cree que "el esfuerzo de haberla presentado está bien", advirtió que "esta reforma parte mal si es que no se conversa con todo el mundo, y no se palabrea", pues varios parlamentarios y actores políticos dicen haberse enterado de ella por la prensa, incluyéndolo.
"Una reforma de este calibre tiene que llevar un componente de sociabilización previa, y al parecer eso no ocurrió. Por eso creo que partió complicada, enredada"; esto sumado a que "el Gobierno la calificó como un 'insumo', y eso también me parece sospechoso, porque quiere decir que 'este es un dato más, sigamos conversando'", apuntó.