El sociólogo, analista político y director de Tú Influyes, Axel Callís, advirtió este martes en Cooperativa que, tras el debate presidencial organizado por las radios chilenas -agrupadas en Archi-, el "gran derrotado" fue el abanderado independiente Harold Mayne-Nicholls.
Según el experto, el expresidente de la ANFP equivocó sus palabras al abordar su pelea con el exconcejal Antonio Neme en las dependencias del Country Club de La Reina, dado que dijo que "perdió el control, que son como las palabras prohibidas en un debate".
Esta afirmación es crucial, ya que el analista subraya que un candidato presidencial debe proyectar siempre una imagen de control y determinación: "Si hay algo que las personas no votarían jamás es por un candidato que pierde el control, que es como lo básico en una persona que aspira a ser presidente", explicó Callís.
"Sobre la misma, había dicho que había votado que 'No', pero en realidad había votado que 'Sí' (para la continuidad de Pinochet en el Plebiscito de 1988)", recordó el analista en entrevista con Lo Que Queda Del Día.
Esta contradicción, sumada a la declaración de pérdida de control, marcó lo que Callís denominó "la semana negra de Harold Mayne-Nicholls, porque creo que prácticamente lo sacó de competencia esa inconsistencia".
Anteriormente, el periodista había sido visto como un candidato fuerte, destacando por valores como "la lealtad, la honestidad, la frescura y una serie de valores que aparecieron ahí como como muy fuerte", lo que le valió ser considerado el "gran ganador de debates anteriores".
Sin embargo, en esta ocasión, su intento de "transformarse como en un técnico" le hizo perder ese "halo de bondad" que lo caracterizaba, cerró Callis.
Un vistazo a las estrategias de Kaiser, Matthei, Parisi, MEO y Artés
El debate presidencial también fue abordado por el analista político Tomás Duval, académico de la Universidad Autónoma, quien ofreció una mirada crítica sobre el desempeño de candidatos como Johannes Kaiser (Libertarios), Evelyn Matthei (Chile Vamos), Franco Parisi (PDG), Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés.
Kaiser, según Duval, "demostró que es un candidato de lo que uno podría denominar las extremas derechas o las derechas radicales, él hizo el juego de ese tipo de candidaturas en las cuales sus propuestas son bastante disruptivas, a pesar de ser muy concretas, e impugna el sistema".
En cuanto a Matthei, el experto dijo en Cooperativa que tuvo un inicio "más bien débil y terminó de una manera mejor el debate". Si bien su candidatura proyecta experiencia y capacidad para gobernar, Duval observa que "las bajadas en sus propuestas todavía no son muy claras".
Respecto a aparición de Parisi en el debate, afirmó que llamó la atención por la "propuestas muy concretas, muy directas" que presentó. Su estrategia se centró en "el segmento de mujeres y a problemas que uno podría decir de cierta clase media", utilizando "ciertos eslóganes, esto de no soy facho ni comunacho" como herramienta de marketing político.
Duval también consideró que las candidaturas de José Antonio Kast (Republicanos) y Jeannette Jara (PC) "reiteraron sus posiciones, sus temas y sus ejes de campaña". Ambos lograron su objetivo de consolidar sus bases y evitar conflictos directos con otras candidaturas, salvo entre ellos, lo que se considera parte de su estrategia.
Finalmente, respecto al resto de candidatos, dijo que Marco Enríquez-Ominami (MEO) "recién apareció (...) en este debate" y que Eduardo Artés se mostró "más intenso que en otras ocasiones".