En el cierre de su campaña presidencial, la candidata del oficialismo, Jeannette Jara, afirmó que opta por una política basada en la unidad y no en la confrontación.
"Entre encender la rabia y el odio entre chilenos, yo elijo encender la esperanza. Ese es nuestro camino: la unidad y el respeto", declaró, subrayando además que "nadie puede quedar atrás, nadie" y que su liderazgo buscará "invitar al encuentro de las chilenas y chilenos y al abrazo fraterno que todos nos merecemos".
Durante su discurso, Jara reforzó sus compromisos en materia de seguridad económica y ciudadana. "No lo digo por decir, se los digo con convicción. Creo que no hay candidatura más comprometida en temas de seguridad. Seguridad para combatir el crimen y seguridad para llegar a fin de mes", sostuvo. En ese marco, reiteró su propuesta de un ingreso vital de 750.000 pesos, indicando que "quien trabaja en Chile debe tener la posibilidad de poner un plato sobre su mesa".
Respecto a seguridad pública, la candidata aseguró que su gobierno será "implacable" ante el crimen organizado y además remarcó que "tenemos que ir por los peces gordos y levantar el secreto bancario. Perseguir la ruta del dinero sucio", enfatizó.
Asimismo, defendió los avances del actual ciclo: "Sí hemos avanzado, es verdad. Reconozco el copago cero, el royalty minero, las 40 horas y la reforma a las pensiones", aunque admitió que "nos falta, y nos falta mucho", reafirmando su énfasis en un salario que dignifique la vida de las familias.
La candidata puso énfasis en la necesidad de participar el domingo: "Hay que votar, hay que informarse. Cuando Chile se propone algo, lo logra. Cuando Chile se une, avanzamos".
Finalmente, Jara cerró con un llamado a enfrentar la jornada electoral con optimismo. "Enfrentemos el miedo y votemos con esperanza", expresó, adelantando que pretende llegar "a cada rincón de Chile" y asegurando que "gobernar también es ir a buscar a las y los que faltan".