Más de 11 mil personas son diagnosticadas cada año en el país con algún tipo de cáncer digestivo.
Expertos llaman a reforzar la prevención, la detección temprana y el acceso a tratamientos innovadores.
En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, especialistas advierten sobre el preocupante aumento de los cánceres gástrico y colorrectal en Chile, enfermedades que en conjunto afectan a más de 11 mil personas anualmente, según cifras del Global Cancer Observatory (Globocan).
Ambas patologías se posicionan entre las principales causas de muerte por tumores malignos en el país.
Los síntomas pueden parecer comunes -como dolor abdominal, pérdida de peso, vómitos o sangrado intestinal-, pero podrían estar alertando sobre condiciones severas, incluyendo cánceres del sistema digestivo que muchas veces se detectan en etapas avanzadas.
Según la doctora Lorena Galeotti, directora médica de Adium Chile, "más del 90% de los cánceres digestivos en Chile se diagnostican en fases tardías, lo que reduce considerablemente las probabilidades de curación". A pesar de que tanto el cáncer gástrico como el colorrectal están cubiertos por las Garantías Explícitas en Salud (GES), persiste la falta de educación y tamizaje sistemático en la atención primaria.
En el caso del cáncer gástrico, la infección por Helicobacter pylori, presente en el 70% de la población chilena, es uno de los factores de riesgo más relevantes. Por su parte, el cáncer colorrectal está vinculado a malos hábitos alimenticios, tabaquismo, sedentarismo y, en un 5% de los casos, a antecedentes hereditarios como el síndrome de Lynch.
El doctor Jorge Gallardo, oncólogo de Clínica Las Condes, advierte sobre el incremento de casos de cáncer colorrectal en personas menores de 50 años: "Frente a los jóvenes, se debe poner mucha atención. Realizar colonoscopías desde los 45 años permite detectar lesiones precancerosas de forma segura y eficaz".
Aunque el cáncer colorrectal cuenta con cobertura GES desde 2013, actualmente enfrenta más de 2.500 casos en lista de espera para diagnóstico y 700 pacientes en espera de tratamiento, siendo una de las patologías con mayor retraso en la red pública.
Chile ha logrado importantes avances en el acceso a terapias innovadoras a través del Programa de Drogas de Alto Costo y la Ley Ricarte Soto. Medicamentos como bevacizumab, panitumumab, imatinib y sunitinib hoy ofrecen mejores pronósticos para ciertos tipos de cánceres gastrointestinales, aunque su disponibilidad aún es limitada para pacientes del sistema público.
También se ha incrementado el uso de quimioterapia adyuvante e inmunoterapia, que permiten mejorar la sobrevida en casos de metástasis, aunque su alto costo impide una cobertura más amplia.
Actualmente, Chile no cuenta con programas nacionales de tamizaje para cáncer gástrico ni colorrectal, lo que limita las posibilidades de un diagnóstico precoz. Exámenes como la prueba de sangre oculta en deposiciones y la colonoscopía no se realizan de forma sistemática en la atención primaria ni están cubiertos como medida preventiva en el GES.
"Es urgente implementar estrategias de detección precoz basadas en los factores de riesgo de nuestra población. Esto incluye educación, cambios de hábitos, acceso a exámenes diagnósticos y cobertura real de tratamientos innovadores", concluye la doctora Galeotti.
