La noticia causó revuelo mundial debido a lo inusual del caso, y pese a que su protagonista humano resultó sano y salvo: medios como la BBC, The New YorkTimes y The Washington Post -dentro de otras decenas o cientos- han informado sobre el acontecimiento.
No obstante la rareza, no es primera vez que ocurre algo de esta naturaleza: el 11 de junio de 2021, en Massachussets, Estados Unidos, un buzo pescador de langostas Michael Packard fue engullido -también por una ballena jorobada- mientras trabajaba a 10 metros de profundidad, bajo el agua.
Inopinadamente, Packard se encontró rodeado de oscuridad y aterrorizado: "Pensó que había sido tragado por un tiburón", explicó Abel a Lo Que Queda del Día, de Cooperativa.
El documentalista puntualizó que, a diferencia del caso del sur de nuestro país, el "Jonás" norteamericano llegó a estar unos 30 a 40 segundos dentro de la boca del cetáceo, para luego ser expulsado, "escapando, milagrosamente, sin heridas graves".