Estudios prueban que el perro ha sido amigo fiel del hombre por más de 10.000 años
Las investigaciones demostraron que la variedad física de los canes existía mucho antes de que los humanos empezaran a criar las razas modernas.
Las investigaciones demostraron que la variedad física de los canes existía mucho antes de que los humanos empezaran a criar las razas modernas.
El vínculo entre los perros y las personas es mucho más antiguo y profundo de lo que solemos imaginar. Un análisis de ADN antiguo reveló que el perro ha sido 'el fiel amigo del hombre' desde hace al menos 10.000 años, cuando acompañó a los humanos en sus migraciones intercontinentales, lo que originó una gran diversidad física entre las distintas especies de canes.
Dos investigaciones publicadas en la revista Science confirman que los perros domésticos no solo viajaban junto a sus dueños, sino que también se integraban en sus sociedades desde el Holoceno. Además, muestran que la variedad física de los canes ya existía mucho antes de que los humanos empezaran a criar las razas modernas.
Un estudio genómico demostró que estos compañeros inseparables siguieron a los grupos humanos que migraron y se establecieron en distintas regiones de Europa, Asia y el Ártico hace más de 10.000 años.
Los hallazgos muestran que el movimiento de los perros domésticos a través de la estepa euroasiática, Asia oriental y Siberia oriental a menudo coincidía con las migraciones de cazadores-recolectores, agricultores y pastores, y que es posible que comunidades con diferentes ascendencias intercambiaran perros entre sí.
El otro estudio, en el que participaron investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, de la de Murcia y del Instituto Catalán de Arqueología Clásica, confirmó que la diversidad física de los perros existía desde hace más de 10.000 años, y no es fruto de la intensa cría selectiva que ha tenido lugar en los últimos 200 años, como se ha pensado en ocasiones.
Para entender cómo se desarrollaron estas diferencias, los científicos realizaron un análisis morfométrico en 3D de 643 cráneos de cánidos, abarcando un periodo de 50.000 años. Con la ayuda de modelos digitales creados mediante escaneo láser y fotogrametría, compararon características craneales específicas entre perros antiguos, modernos y sus parientes salvajes.
Los hallazgos muestran que los rasgos distintivos del cráneo de los perros aparecieron por primera vez durante el Holoceno temprano, como lo demuestran restos de 10.800 años de antigüedad encontrados en Rusia. Los perros más antiguos del Mesolítico y Neolítico tenían cráneos dentro del rango de tamaños actuales, aunque eran más pequeños y con menos variedad, sin esos rasgos exagerados que hoy vemos en muchas razas.
A pesar de eso, su diversidad era notable. Los perros del Holoceno temprano mostraban aproximadamente la mitad del rango morfológico observado en los perros modernos y el doble de variación que sus antecesores, los lobos del Pleistoceno.
Así, la historia de nuestros compañeros más leales no solo es larga, sino también rica y diversa, un reflejo de la profunda conexión que ha unido a perros y humanos a lo largo del tiempo.