El canciller venezolano, Yván Gil, criticó este viernes que "el imperialismo" no envíe barcos para "reparar los daños del cambio climático", sino para "asediar" a países "soberanos" como Venezuela, en un contexto en el que el Gobierno de Nicolás Maduro denuncia como "amenaza" el despliegue naval y aéreo de Estados Unidos en el mar Caribe.
Durante su participación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebra en la ciudad brasileña de Belém, Gil culpó al modelo "capitalista salvaje" por los efectos de la crisis climática como "el deshielo," la desertificación, la pérdida de suelo fértil, las olas de calor y el frío extremo".
"Un imperialismo voraz y hambriento de petróleo y recursos que, en lugar de corregirse para frenar el cambio climático, se ha vuelto más feroz e inhumano", expresó el funcionario venezolano.
Gil también aseveró que "las grandes corporaciones transnacionales actúan hoy como potencias paralelas que violan el derecho internacional y ocupan territorio soberano con total impunidad".
"El discurso de la transición energética, promovido por las potencias occidentales, es una farsa. No se trata de una transición hacia la sostenibilidad, sino hacia una nueva forma de dominación", añadió.
Por tanto, hizo un llamado al mundo a "construir una verdadera transición energética justa, soberana y humana" y a "unir esfuerzos para descolonizar la economía, la tecnología y la energía", y para "reemplazar el capitalismo depredador por un nuevo sistema basado en la cooperación, la solidaridad y la justicia climática".
Contexto geopolítico y la COP30
Estados Unidos mantiene un despliegue naval y aéreo en el mar Caribe, cerca de Venezuela, que comenzó en agosto bajo el argumento de combatir el narcotráfico y actualmente se considera el más grande de la historia del país norteamericano desde la primera Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991), según un estudio de expertos del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
Belém, en la Amazonía brasileña, reúne desde el jueves a por lo menos 57 líderes mundiales para la COP30, en plena crisis del multilateralismo y con el planeta cada vez más caliente.
A la cita asisten delegaciones de 143 países, de las que más de un tercio están encabezadas por sus jefes de Estado y de Gobierno, además de representantes de varios organismos internacionales, según indicaron fuentes diplomáticas brasileñas.