Alarmas y gritos de "¡evacuación, evacuación!" por un incendio resonaron este jueves en la cumbre climática de la ONU (COP30) en Belém, un incidente que amenaza con alargar aún más unas negociaciones ya de por sí complejas.
El incendio se originó sobre las 14:00 hora local (misma hora chilena) en el pabellón de la Comunidad del Este Africano, mientras se celebraba un debate en la Zona Azul, el sector de acceso restringido, que está regido por la ONU.
Aunque no causó heridos, el fuego ganó fuerza rápidamente y agujereó el plástico de la gran carpa de la zona.
Las ONG interrumpieron sus protestas; los periodistas, las entrevistas; y los negociadores, las discusiones sobre una batería de temas polémicos como la financiación climática y la hoja de ruta para acabar con los combustibles fósiles.
"Maldita sea, todavía no hemos terminado", pensó, antes de salir corriendo, Peter Gerard, negociador de un país europeo con 25 años de experiencia.
Afortunadamente, tenía consigo su ordenador y lo que llama un "kit de supervivencia", un recipiente con comida que siempre lleva por si se alargan las discusiones.
Ahora, aprovecha la pausa para zamparse un trozo de pastel, sentado sobre el césped en una zona exterior a la que han sido evacuadas miles de personas.
"El incendio va a quitarnos algunas horas y eso va a tener que ser compensado durante la noche", dice a la agencia de noticias EFE, resignado.
No es el primer incidente en la COP30
La presidencia brasileña de la COP30 presentó un primer borrador de texto el martes que ha enfrentado resistencias de parte de varios países, y las negociaciones no avanzan lo rápido que se quería.
El equipo del país anfitrión quería empezar a someter documentos a votación en el plenario hoy mismo, y finalizar mañana, último día oficial de la cumbre.
"Totalmente, las negociaciones se van a alargar", asegura Mary Quiros, una joven representante de un país latinoamericano, que se protege del sol con un paraguas mientras espera noticias.
No es el primer incidente que vive la COP30. El segundo día de conferencia, un grupo de manifestantes entró a la fuerza en la zona azul y, tres días después, unas cuantas decenas de indígenas mundurukús bloquearon la entrada principal en protesta por proyectos del Gobierno.
Discusiones opacadas
La sociedad civil teme que el incendio sea lo que marque la COP30 y que deje en un segundo plano las discusiones y decisiones finales.
La noticia ya ha dado la vuelta al mundo. A la italiana Chiara Martinelli, directora de Climate Action Network para Europa, su madre ya la ha llamado para asegurarse de que está bien.
"Ahora a nadie le van a importar las discusiones", lamenta.
Martinelli dice a EFE que el incendio está controlado y que se siente "muy relajada", mientras se pasea por la Zona Verde, un área separada y abierta al público donde siguen los eventos como si nada.
Lo que a la activista sí le preocupa, en cambio, es que el nuevo texto que presente la presidencia brasileña sea "suficientemente ambicioso" para enfrentar la crisis climática.
"El titular debería ser 'el planeta está en fuego', no la Zona Azul", dijo.