La diferencia en las tasas de empleo entre mujeres y hombres se reduce a nivel global y actualmente es de 23,1 puntos, ya que un 46,4 % de las mujeres en edad de trabajar están empleadas frente a un 69,5 % de los hombres, pero al ritmo de avance actual se tardará casi dos siglos en lograr que esos porcentajes se igualen, alerta la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En 1991, la brecha entre las dos tasas era de 27,1 puntos, por lo que sólo se ha conseguido estrecharla en cuatro puntos, señala un informe publicado por la OIT en vísperas del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) y conmemorando los 30 años de la Declaración de Pekín, con la que la ONU sentó una ambiciosa agenda para la igualdad.
"Aunque ha habido progresos, millones de mujeres siguen enfrentándose a obstáculos persistentes para acceder a un trabajo decente, permanecer en él y progresar", resume la directora de Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, Sujti Dasgupta, al hacer balance de las tres décadas transcurridas.
"Se necesitan reformas urgentes para abordar la desigualdad en las responsabilidades del cuidado de personas, las diferencias salariales entre mujeres y hombres, y la violencia y el acoso en el mundo laboral, factores que siguen haciendo que los lugares de trabajo sean más desiguales y menos seguros para ellas", agregó.
El informe subraya que aunque cada vez son más las mujeres jóvenes que cursan estudios y reciben formación, ello no se ha traducido en avances significativos en el mercado laboral, donde las mujeres sólo ocupan el 30 % de los puestos directivos en todo el mundo, con una modesta mejora en las dos últimas décadas.
Además, subraya la OIT, "las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en sectores mal pagados como la enfermería y el cuidado de niños, mientras que los hombres dominan campos como el transporte y la mecánica".
La mujer tiene en general ingresos más bajos, menos horas de trabajo, y están sobrerrepresentadas también en el empleo informal frecuente en los países en desarrollo.
La OIT calcula que por cada dólar ganado por los hombres, ellas sólo ingresan 77,4 centavos, una brecha aún significativa pero menor que los 70,1 centavos calculados hace dos décadas, en 2004.