Uno de los denunciantes del caso Karadima, el sociólogo José Andrés Murillo, valoró el fallo contra el sacerdote Hernán Valdés, de la congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales, condenado por abusos sexuales contra dos menores de edad.
Murillo dijo esperar que esta sea una señal para que todos los casos de abusos de parte de sacerdotes tengan la misma resolución.
"Me gustaría que en todos los casos de abusos sexuales fueran igual de duros. Juan Pablo II fue enfático en proponer que no hubiese abusadores en las filas del sacerdocio, pero en Chile podemos ver que aún hay personas que han sido condenadas por abuso sexual infantil y que siguen siendo sacerdotes y van a seguir en la Iglesia", dijo Murillo.
"Me gustaría que este sea un signo que esto va a cambiar la mano respecto de sacerdotes que han cometido abusos sexuales en la Iglesia Católica", añadió.
En tanto, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, explicó el fallo y señaló que no se conocen detalles de la investigación para proteger a los denunciantes.
"Es culpable de abuso sexual de dos menores de edad y también del delito de abuso de ministerio, no conocemos detalles ni del procedimiento, ni la investigación previa, ni tampoco del decreto. No corresponde, para garantizar a las víctimas la debida reserva del caso", dijo Coiro.
"No hay lugar en el sacerdocio para personas que abusan de menores de edad. El abuso sexual a los menores es una contradicción vital con el evangelio. Jesús en su paso por este mundo nos invitó a considerar a los más pequeños, a ponerles en el centro como una forma de hacer vida la humildad. Nos dijo muy claramente que cualquier persona que le hace daño a los más pequeños (...) más le vale quitarse la vida", añadió.
Héctor Valdés puede interponer un recurso contra este decreto ante la congregación de la doctrina de la fe en un plazo de 60 días hábiles desde la notificación, realizada el pasado 24 de abril.