Apuntes de viaje

Invitado en mi condición de abogado de derechos humanos a participar de los actos por los 20 años del “Festival Cultura – América” que se realiza en la ciudad de Pau al sur de Francia, permanecí un par de semanas fuera del país.

En este encuentro anual de dos continentes hay variadas manifestaciones del arte, la ciencia y la cultura. Destacados exponentes del cine, teatro, danza clásica y moderna, bailes populares, música, artes plásticas, literatura en general, crítica, y política han estado presentes a lo largo del tiempo. Este año concurrimos exponentes de Cuba, Chile, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Venezuela, Puerto Rico, Francia y España.

En solemne velada inaugural escuchamos a la Alcaldesa de la ciudad, Martine Lignières-Cassou, al fundador del Festival, periodista y profesor Jean Ortiz, a la actual presidenta Marielle Nicolas, a la escritora argentina Clara Obligado, a la ex combatiente nicaragüense Gloria Guevara y al embajador montevideano en París, Omar Mesa.

Para mi sorpresa – y confirmando aquello que “nadie es profeta en su tierra” – en la misma ceremonia recibimos una medalla por nuestro desempeño en la búsqueda de verdad y justicia respecto de los crímenes de la dictadura militar chilena. Días más tarde recibiríamos una distinción similar de manos del Vicerrector de la Universidad de Pau.

Por supuesto dijimos lo que sinceramente pensamos, es decir que los reconocimientos han de entenderse en favor de las víctimas, de sus familiares, de las organizaciones de derechos humanos en Chile y en fin de los luchadores antifascistas de los años duros de la dictadura derechista entre ellos los abogados que, en esas condiciones, arriesgaron sus vidas en defensa de las vidas de los prisioneros de Pinochet.

En función del encuentro visitamos ciudades y pueblos de Francia y España, entre ellos Cologne, Mauvezin, Beaumont, Solomiac, Toulousse, Bayona, San Juan de Luz, Hendaya, Irún, San Sebastián.

Una noche de lluvia y viento hablamos en una hermosa librería en un edificio medioeval en Sarrant. Había allí músicos, escritores y, naturalmente, un compatriota. En ese local, “Des livres et vous”, abundaron las preguntas acerca de los casos Allende, Neruda, Bachelet y las 1300 nuevas querellas de la AFEP.

La historia de invasiones nazis y dictaduras fascistas como la de Franco explica que en lugares distantes de Francia y España se conozca de nuestro pasado y presente y se aprecie la búsqueda de justicia con más vehemencia que en nuestro país.

Otro tanto sucede con los movimientos sociales en curso en Chile. El nombre de Camila Vallejo es parte ya de su patrimonio.

Por esos días sucedieron hechos trascendentes en Europa, como la manifestación de la izquierda francesa en La Bastilla. Su candidato, Melenchon, es una figura que amaga las pretensiones del derechista Sarkozy y del “socialista” Hollande.

En España, los recientes comicios regionales de Asturias y Andalucía han sido una derrota para el gobernante Partido Popular que presumía mayoría absoluta. Quien más crece es Izquierda Unida. Por otro lado el exitoso Paro Nacional del 29 de marzo marca un hito en España.

Tras las lamentables experiencias de gobiernos social demócratas y de derecha, parecidos como gotas de vinagre, los europeos empiezan de nuevo a mirar hacia la izquierda como única alternativa de cambios.

La masacre deToulusse (7 personas, incluidos 3 niños) ocurrió el día que pasamos por esa bella ciudad, a manos de un personaje vinculado a más de un aparato exterior. Amplios sectores de opinión consideran que todo fue un montaje para distraer la atención y mostrar a un Sarkozy dispuesto a combatir a los “terroristas”.

El asesino, acallado a balazos, era conocido de la policía francesa que sin embargo no lo tenía bajo vigilancia.

Curioso, pero es un libreto conocido.

Y ya estamos de regreso en momentos en que persisten los rasgos homofóbicos y discriminatorios que signan a los sectores más conservadores. El asesinato del joven Zamudio fue también condenado en el exterior. Vemos ahora que continúa acá la represión al pueblo mapuche.

Hay policías enfrentadas entre sí y hasta curiosas declaraciones de un “socialista” contra lo que fue la República Democrática Alemana, que tanto ayudó a los demócratas chilenos cuando la dictadura en nuestro país.

Somos un país raro, sin duda.

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