El Ciberbullying, un enemigo que debemos enfrentar entre todos

Existe un aumento importante en materia bullyng o violencia al interior de las escuelas y colegios. Es lo que se ha sostenido en el último tiempo, afirmación que ha generado  preocupación tal, que hemos aprobado un proyecto de ley que busca eliminar estas conductas al interior de los establecimientos educacionales y ajusta la norma a la realidad actual, además establece un enfoque preventivo y responsabiliza a la comunidad escolar de promover una mayor tolerancia e inclusión en las aulas. 

Por mi parte, comparto esta preocupación, porque si bien la violencia escolar es de larga data y siempre han habido estudiantes que se mofan de otros en base a la apariencia física, o por su personalidad y eso por mucho tiempo fue soportado e incluso naturalizado.

Hoy la realidad es otra, ya que durante los últimos años hemos dado pasos importantes en inclusión social haciendo que cualquier acto de discriminación tenga una sanción social mayor, por lo mismo no debemos tolerar el aumento del bullying. 

Lo verdaderamente nuevo es el fenómeno del Ciberbullying y debe concitar la mayor preocupación por parte de nosotros, ya que considero que hoy, las nuevas tecnologías y la masificación de su uso han facilitado la comisión de hechos que afectan la honra y la integridad física y psíquica.

Es extremadamente fácil filtrar fotografías y subirlas a la red, se puede injuriar, incluso se puede hacer el llamado a discriminar a alguien, lo que claramente puede tener efectos devastadores, como es el caso la adolescente Katty Winter, que terminó suicidándose luego de un intenso e incesante bullying. 

Por esta razón es tan importante regular esta materia, ya que, lo de Katty Winter no es una coincidencia, pues existen quienes sostienen que que el bullying provoca, literalmente, la muerte de las víctimas. Según Mitch Van Geel[1], profesor de filosofía de la Universidad de Leiden, el ciberbullying provoca pensamientos suicidas en la víctima, un planteamiento que deberíamos tener en cuenta ya que, en Chile la tasa de suicidios prácticamente se ha duplicado, alcanzando el 10,6 % por cada 100.000 habitantes, cifra muy superior a 1992, donde era de 5,8 % por cada 100.000 habitantes, una triste realidad. 

Ante esta tragedia hay que ser claro en señalar que el ciberbullying no es comparable a otros tipos de hostigamiento escolar, es un fenómeno nuevo en el sentido que está directamente relacionado con el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la consiguiente modernización de los modos de producción, los que terminan modificando la forma en que nos relacionamos como personas.

El desarrollo vertiginoso de la tecnología literalmente ha transformado la sociedad y al mundo entero; ha permitido la comunicación instantánea entre distintos puntos del planeta; ha multiplicado la capacidad productiva; ha posibilitado nuevas relaciones laborales y en definitiva ha significado que fronteras hasta hace poco infranqueables, como el tiempo y la distancia sean prácticamente borradas. 

En un contexto así, donde el rápido cambio es la única constante todo es efímero, desechable, cosificado y mercantilizado, reflejo del sistema económico que se ha impuesto, que ha colaborado en la creación de una realidad, como diría Zygmunt Bauman cada vez más “líquida” y también, lo cual ha tenido repercusión al interior de las aulas y en los estudiantes de Chile, pues, las relaciones interpersonales también son reflejo de esto, es decir, desechables, inestables y efímeras, son luces y sombras del progreso. 

Como sentenció Gastón Bachelard “toda luz proyecta una sombra” en este caso, la sombra que proyectarían estos avances incluyen precarización laboral, crisis familiar, pérdida del sentido de pertenencia a las estructuras sociales clásicas y el auge de nuevas formas de interacción social, donde la soledad abunda, ya que, si bien cambian las estructuras sociales en que se ve inmerso el ser humano, éste tiene las mismas necesidades que trae consigo desde el tiempo de las cavernas, es decir, sentido de pertenencia y la búsqueda del sentido de su existencia y en esta vorágine en que todo está hiperconectado, no estarlo significa convertirse literalmente en un extraño, un paria. 

Al igual que en otros aspectos, la legislación llega tarde, pues, en materia de violencia escolar no existe una regulación legal acorde a los tiempos, por lo que su regulación se hace necesaria, especialmente cuando sea mediante plataformas tales como Facebook, Instagram y/o Whatsap.

Sin embargo, hay que señalar que no existe consenso sobre la regulación legal de los delitos cometidos mediante soportes informáticos, ya que, para algunos el ciberbullying es un delito absolutamente nuevo, que necesita una legislación especial y para otros, lo único distinto es el medio por el que se cometen los delitos y no sería necesaria su regulación. Al respecto, yo me inclino por la primera, pues, los efectos negativos del bullying se ven incrementados de gran forma por los medios informáticos. 

Sin embargo, considero que ninguna ley por severa que sea logrará un cambio si los padres no están presentes en la vida social de sus hijos, pues como padres, somos los primeros modelos a seguir por los niños, en este sentido, es un llamado de atención a todos los padres a que eduquen en el respeto y en diversidad a sus hijos. 

Quiero señalar que aprobar este proyecto de ley es importante porque busca combatir al interior de los establecimientos estableciendo protocolos especiales y establecerá medidas reparatorias para las víctimas, pero lo principal es que se enfrentará esta realidad ayudando a ambas partes, ya que, quien comete el bullying también está sufriendo, puesto que, como lo han dicho diversos expertos, la violencia se genera principalmente por la falta de expectativas de vida, la desesperanza, problemas familiares y otros factores en los que se ven envuelto los estudiantes de nuestro país, especialmente los de establecimientos educacionales públicos, pues lamentablemente allí donde concentra la vulnerabilidad del país. 

Por lo dicho anteriormente, pienso que antes de castigar debemos educar y crear en los jóvenes expectativas de vida, crear efectivamente las bases para una sociedad pacífica y  así entre todos eliminar los actos de violencia, independiente a si se hace físicamente o usando medios informáticos.

En definitiva debemos educar para formar una sociedad basada en el respeto y la paz. 

[1] Psiquiatría.com. El bullyng está detrás de los pensamientos suicidas en niños y jóvenes que son víctimas de acoso e intimidación. [en línea] < < https://psiquiatria.com/psiquiatria-general/el-bullying-esta-detras-de-los-pensamientos-suicidas-en-ninos-y-jovenes-que-son-victimas-de-acoso-e-intimidacion/ > > [07 de marzo de 2019]

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