El inglés como diferenciador
Más allá de las necesidades que llevan a las personas a tomar cursos de inglés presencial o semi presenciales, el uso de este idioma en nuestro país se ha hecho una necesidad para enfrentar los competitivos mercados laborales en tiempos de crisis, diferenciándose así de quienes buscan trabajos similares.
El inglés, sin duda, se ha transformado en el idioma universal desde el punto de vista del mundo de los negocios, transacciones internacionales, instancias de viajes, tratados de libre comercio entre los países e incluso la puerta de entrada para optar a cursos de pos grado que permiten un perfeccionamiento profesional.
La estandarización de las formas de trabajo en las empresas las obliga a contratar profesionales capaces de manejar al menos una lengua diferente a su idioma nativo. De ahí que muchas ofertas laborales, principalmente en puestos de alta dirección, tienen como requisito obligatorio el saber inglés avanzado.
A fines de 2014, el Colegio de Ingenieros de Chile complementó su estudio de sueldos 2014 con cifras que permiten asumir que el nivel de inglés está relacionado de manera positiva con las jerarquías de cargo y las remuneraciones. En la misma línea, otro estudio reciente realizado por Randstad concluye que el saber otro idioma aumenta, en promedio, un 44% las posibilidades de encontrar empleo.
Actualmente la lengua inglesa es la segunda más hablada en el mundo con 370 millones de personas. De hecho, casi el 80% del material técnico y profesional impreso o publicado en la web se encuentra en inglés, lo que lo ha convertido en un idioma de gran importancia.
En contra posición de estas tendencias mundiales, en Chile la prueba Simce de Inglés 2014, rendida por 154 mil estudiantes de tercero medio de todo el país, muestra una leve mejoría en los resultados aun cuando sólo el 25% de los alumnos logró certificar un dominio suficiente de inglés en comprensión lectora y auditiva.
Paralelamente, uno de los aspectos recurrentemente citados cuando se habla de aprender otro idioma tiene relación con la necesidad de estar expuesto a esta segunda lengua durante la primera infancia, pues no sólo les entrega a los niños la oportunidad de comenzar el aprendizaje y familiarización con el idioma, sino que además genera beneficios que repercutirán de manera muy positiva en infantes, destacando una mayor creatividad, mejorar la comunicación y atención, además de tener un mayor desarrollo cognitivo, entre otros.
En caso de no haber desarrollado el dominio de este idioma desde temprana edad, aún quedan muchas y variadas oportunidades para asumir este desafío. A la posibilidad de viajar e interactuar con nativos de esta lengua, el mercado chileno ofrece una serie de ofertas en institutos y universidades para aprender inglés desde un nivel básico hasta uno avanzado.
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