Arancibia en el banquillo

Sergio Velasco

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Los incendios forestales que atacaron la zona centro – sur fueron motivo para muchas especulaciones, la mayoría de ellas producto de irresponsables declaraciones de algunos iluminados que con todo desparpajo difundían noticias falsas.

El exabrupto del ex comandante en jefe de la Armada, Jorge Arancibia, fue la guinda de la torta. Aseguró que el gobierno sabe “quienes son y donde están los que provocan los incendios.” “Es más, de parte del Ejecutivo no existe la voluntad política de enfrentar a estos grupos concertados que provocan los incendios”.

Fue citado  a la Fiscalía para que entregara los antecedentes pertinentes y corroborara sus imputaciones. El fiscal a cargo, José Morales, le interrogó por  hora y media, sin resultado ni evidencia concreta alguna.

Lo primero que hizo el ex – senador de la UDI fue desdecirse: que él no dijo lo que dijo, si no todo lo contrario. En resumen, el tiro le salió por la culata. Como dicen los marinos, “por la boca muere el pez”,

Indignado con Mahmud  Aleuy, subsecretario del Interior, lo instó a que tuviera la suficiente hombría, provocándolo con un desprecio increíble, arengando a su tropa con aquello que “los almirantes no mienten y el almirante  Arancibia menos”.

Al parecer tiene vacíos de memoria, no solo porque se contradijo en sus declaraciones ante la fiscalía, sino lo que es peor hace afirmaciones absolutamente absurdas, causando alarma pública.

Maestro del engaño, seguro que lo aprendió bajo la impunidad de la dictadura cuando fue ascendido y nombrado Edecán de Pinochet. Son conocidas las torturas y violaciones en los barcos de la Armada, lo que ha sido negado, hasta el día de hoy.

Arancibia, recuerde que su antecesor el Almirante José Toribio Merino le mintió a Chile, al Presidente Allende y a sus camaradas de armas, violando el principio de lealtad y traicionando la Constitución que juró respetar y defender.

Merino, el Almirante, comandante en jefe de la Armada, pasó a la historia como un gran  mentiroso, quien entre otras cosas, le puso la pistola al pecho al pusilánime Augusto Pinochet para que se sumara con el Ejército en la fraguada asonada golpista, y quedó como el principal instigador del golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

Haga un poco de memoria si puede, el buque escuela de la marina chilena, “La Esmeralda”, fue utilizado como cárcel donde llevaron a los presos políticos, entre otros, a sacerdotes que murieron asesinados tras crueles torturas. Abominaciones  causantes de que  nuestro buque insignia fuera repudiado en todos los puertos del mundo donde  intentaba recalar, en sus giras de estudios.

Para el colmo, en los tristes celebres martes de Merino, quien daba conferencias de prensa después de regados almuerzos, se destapaba mintiendo sobre cuanta estulticia le viniera a la cabeza con las escasas neuronas que poseía.

El pasado está presente en la Armada. El caso judicial de las fragatas holandesas enloda a altos oficiales de la marina. El fiscal Carlos Gajardo formalizó al ®Almirante y ex gerente de Asmar, Patricio Basili y al ® capitán de navío, Juan Tapia Villalón,  quienes deberán devolver al fisco, sobre 250 millones por lavado de dinero, soborno, cohecho y delito tributario.

“En este caso están sometidos a proceso en calidad de autores los capitanes de navío Servando Jordan ( hijo del fallecido presidente de la Corte Suprema), Luis Niemann, Luis Opazo, los capitanes de fragata Marcelo Hozven, Julio Covarrubias y Pedro Spencer, el  ®Contraalmirante Carlos Fanta y el vicealmirante Juan Eduardo Illanes.”

A la Armada Nacional le llueve sobre mojado, fue Arancibia quien se opuso a la presencia femenina en dicha rama de la defensa nacional. El espionaje sexual en la fragata  “Lynch” y el consumo de alcohol en el submarino “Simpson”, son acusaciones que afectan a la seguridad nacional y que están siendo investigadas por los organismos internos.