Rulpaduamun, convencer

Tras la visita que hicimos a la machi Francisca Linconao junto con varios diputados el viernes 20 de abril, me pareció importante reflexionar sobre el momento en que nos encontramos en relación a los desafíos políticos históricos que Chile tiene en materia de pueblos indígenas. 

Lo primero es, sin duda, reconocerlos como parte de nuestra identidad. La negación de los pueblos indígenas es negarnos a nosotros mismos o al menos a una mayoría que somos hijos e hijas de la mezcla de culturas.

¿Cuál es el problema de esta herencia?

¿Por nos acompleja y nos cuesta tanto?

A veces pienso que nos cuesta porque sabemos que ese encuentro y mezcla tuvo momentos, y muchos, en los cuales el resultado fue por acción del sometimiento.

Nos cuesta asumir y hacernos cargo que lo realizado con los pueblos originarios, en particular con los mapuches, fue hacia nosotros mismos. Es como si fuera más fácil hablar de ellos como un otro y no como si fuera uno mismo.

Estimo que debiera ser al revés, siendo importante rescatar y descubrir nuestra identidad, saber qué somos, cómo hemos llegado a constituirnos como pueblo y así, proscribir toda clase de propuesta barbárica como aquella de los “enemigos internos”. Los chilenos somos hijos de los pueblos que habitaron el territorio cuando llegaron los españoles. 

Un segundo punto que debemos hacer es asumir que en la segunda mitad del siglo XIX hubo un genocidio en Chile con la llamada, y mal llamada, pacificación de la Araucanía.

Es tarde para hacer justicia a las víctimas, pero no es tarde para hacer un acto de reparación que reconozca la historia cómo fue en realidad.

Fue el Estado de Chile, y no los españoles, los que traspasaron la frontera y sometieron a los mapuches en contra de su voluntad, empleando las armas para asesinarlos, violar a sus mujeres y apoderarse de sus tierras. Eso fue lo que ocurrió. 

En tercer lugar, hay que mirar hacia el futuro. Sin embargo, no con esa mirada que siempre ha tenido el vencedor a que nos olvidemos de sus atrocidades porque cuando se hace, las heridas quedan abiertas y de cuando en cuando, sangran.

¿Hay que mirar hacia el futuro? Sí, pero en clave de proceso no en clave de imposición. Solo mirando hacia el futuro, existirá la posibilidad de la plena y pacífica integración de cultura, pero desde el reconocimiento, no desde la búsqueda de su silencio. 

Lo cuarto que debemos hacer, es dejar de hablar tonteras y hacer afirmaciones histriónicas, antojadizas e incluso escalofriantes. Insistir, majaderamente, que en la Araucanía hay terrorismo, empleando reiteradamente el repudiable crimen de dos personas ancianas, es un sin sentido.

Acaba de ser violada y asesinada una pequeña niña en manos de un militante de derecha. ¿Es acaso este crimen menos terrorífico que el de los Luchsinger Mackay? 

La verdad es que desconocemos el móvil, las circunstancias, las personas que estuvieron allí cuando se produjo la muerte de este matrimonio. Se hizo un proceso en contra de varias personas, todos de origen mapuche y los resultados de la investigación dejan más dudas que certezas.

Sin embargo, el sistema, en particular la opinión pública, actúa con ellos con total prescindencia de la presunción de inocencia. Se actúa como si fueran culpables y se les acusa de terrorismo sin siquiera tener una condena.

De seguro que si estas personas fuesen agentes de la DINA o la CNI, que han cometido crímenes parecidos y peores, como degollar personas vivas, quemar a Rodrigo y Carmen Gloria, violar mujeres embarazadas, etc., de seguro que se pediría primero el respeto al principio de presunción de inocencia. Y yo sería partidaria de ello. 

Volví de la Araucanía esperanzado, sí. Claro que no soy de los que cree que la solución sea, como propone el Presidente Piñera, el endurecimiento de la Ley antiterrorista.

No soy de los que cree que se avanza en la medida en que las empresas forestales sientan más seguridad como tampoco creo en las soluciones al margen de los propios mapuches. Mis convicciones al respecto, y percibo que somos cada vez más, es que debemos convivir a partir del reconocimiento. Creo que las culturas indígenas son factores de unidad e identidad y que somos cada vez más quienes sentimos como propia la defensa de una cultura y una cosmovisión milenaria.

Marrichiweu.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado