Una reforma indispensable

En los años 1981 a 1986 se produjeron dos cambios esenciales en la seguridad social en Chile.

El primero de ellos obligó a los empleados públicos a cambiarse de lo que se llamaba Instituto de Normalización Previsional (INP), a una institución llamada Asociación de Fondos de Pensiones (AFP) bajo la conminación de quien no lo hacía perdía su cargo ya que estábamos en un régimen militar, respaldado por los personeros de partidos de la actual combinación de gobierno.

El segundo cambio fue la creación de las Isapres, instituciones de salud previsional de carácter privado y financiero, obligándolos a retirarse del Fondo Nacional de salud (FONASA) bajo el mismo apercibimiento.

Desde ese mismo momento hubo organizaciones de trabajadores de los gremios de la salud y de los gremios del trabajo que nos opusimos a las dos modificaciones.

Llegado el gobierno de los partidos de la Concertación no tuvimos votos en el Senado para legislar sobre ambas materias a pesar de los sólidos argumentos que los sustentaban.

La argumentación de la derecha y del gobierno militar era básicamente la mala calidad de la previsión y de la salud pública chilena.

Los abusos y discriminaciones cometidos en ambos sistemas públicos y la convicción que el sistema privado solucionarían dichos problemas y garantizaría un mejor resultado económico para la población.

A 20 años de funcionamiento del sistema nos hemos encontrado con dos realidades: las Isapres han ganado en el año 2011 hasta la fecha 46 mil millones de pesos por el solo mecanismo de rechazar las licencias médicas sin justificación de lo que ya hemos hablado en otros documentos.

Las AFP por su parte, que funcionan conforme al mercado y administradas por entes privados han demostrado que nada de lo que garantizaron se ha cumplido y eso es lo que hoy reclamamos.

Reclamamos que habiendo prometido pensiones muchos más altas que el sistema público, hoy se sabe que el promedio de estas pensiones es apenas un tercio del promedio de lo que paga la institucionalidad pública.

El valor de los fondos de pensiones disminuyó de US$157.227 millones al 30 de abril de este año a US$132.661 millones al 30 de septiembre 2011.

Según datos de la Superintendencia de Pensiones en este mismo período, los Fondos de Pensiones han perdido más de US$25 mil millones, que han rebajado en un 8% el promedio de las pensiones de los trabajadores.

Podríamos seguir dando ejemplos de la forma en que el costo de estas pérdidas las pagan los trabajadores por las malas gestiones de las directivas por estar jugando –aunque legalmente – al mercado de valores como quien juega con las jubilaciones a los dados.

Frente a esto, votaremos un proyecto de acuerdo que pide al Gobierno el envío de un proyecto de ley que permita cambiarse desde el sistema privado de AFP al Sistema Público, aumentando los plazos para poder realizar este cambio a 5 años.

Este proyecto de acuerdo fue firmado por las senadores y senadores Lily Pérez, Mariano Ruiz-Esquide, Jaime Quintana, Carlos Cantero, Ricardo Lagos, Soledad Alvear, Carlos Bianchi, Jorge Pizarro, Isabel Allende, Pedro Muñoz, Juan P. Letelier, Alejandro Navarro, José A. Gómez, Eugenio Tuma y Eduardo Frei.

Por otra parte, la Asociación de Consumidores y Usuarios de Servicios Previsionales de AFP y entidades afines que preside don Ricardo Hormazábal ha adherido a este proyecto en base a los datos que las propias AFP y la Superintendencia de AFP ha entregado.

Creemos estar en lo justo y necesario después de más de 15 años de funcionamiento basado en el modelo del lucro y contrario a la solidaridad.

Seguiremos trabajando con la Asociación mencionada buscando ampliar mayor respaldo a los proyectos que deberemos seguir insistiendo.

Asimismo le he pedido al diputado René Saffirio que junto a otros diputados de la Comisión de Trabajo trabajemos en conjunto, dado que sólo la Cámara puede pedir investigaciones que nos parecen necesarias.

Hemos iniciados desde muy pocos esta tarea de recuperación de la dignidad previsional de los trabajadores, así como pocos comenzamos con el pos natal de 6 meses hasta lograr su promulgación.

Será tarea de todos pero triunfaremos.