La aeronave tripulada Xiangyun AS700, desarrollada de forma autónoma por China, completó su primer vuelo a baja altitud sobre el puente más alto del mundo, en Guanling, provincia de Guizhou, al suroeste del país.
El ensayo, realizado a 1.200 metros de altura, confirmó la estabilidad y seguridad del dirigible en terrenos montañosos, un paso clave para la expansión de la llamada "economía de baja altitud".
El AS700 destaca por su tecnología de control servo sincrono del vector de empuje, que le permite despegar y aterrizar verticalmente o en espacios reducidos de solo 150 metros de diámetro.
Con un alcance máximo de 700 kilómetros y una autonomía de hasta 10 horas, esta aeronave está diseñada para operar de manera flexible en entornos complejos, lo que la convierte en una plataforma ideal para transporte, vigilancia o turismo aéreo.