"Hay momentos muy tristes", de pena y nostalgia, relató el actor en Cooperativa.
A inicios de mayo falleció Susana Bomchil, esposa del actor Jaime Vadell, quien al día siguiente ya estaba en el teatro, actividad que -reconoce- se convirtió en un refugio tras la muerte de su compañera de vida durante 51 años.
En Una Nueva Mañana, Vadell compartió cómo el teatro se ha convertido en un pilar fundamental para sobrellevar este difícil momento, revelando que regresó al escenario "al día siguiente" de la pérdida.
Así, explica que esta decisión, aunque pudiera parecer sorprendente, fue impulsada por la necesidad de encontrar un espacio que le hiciera bien, describiendo el escenario como un "lugar blindado" donde puede sumergirse en una realidad distinta y momentáneamente aislada del dolor.
Para Vadell, de 89 años, el escenario no es una evasión completa, sino una "zona de protección, en que tú efectivamente vives otra realidad, no otra persona, pero es otra realidad donde nadie te molesta, nadie te habla, nadie te pregunta", confesó el actor; quien agrega que esta inmersión en su trabajo le proporcionó un respiro crucial, permitiéndole "salvar" unas horas del día que, de otro modo, hubieran sido "bastante duras" enfrentando la soledad en casa.
Fuera de las tablas, la vida cotidiana "es variable", porque "hay momentos muy tristes", en los que se siente abrumado por la pena y la nostalgia, donde echa de menos profundamente a Susana y la recuerda constantemente. Sin embargo, también hay instantes en los que intenta "caminar por la vida como si no pasara nada", una forma de seguir adelante y "no derramar la pena sobre otra gente", lo que considera "bastante mal educado".
