Kim Kardashian entrega detalles de su "tóxico" matrimonio con Kanye West
La socialité compartió detalles íntimos de lo que llevó al colapso de su matrimonio con el rapero.

La socialité compartió detalles íntimos de lo que llevó al colapso de su matrimonio con el rapero.
Kim Kardashian rompió el silencio sobre los años más difíciles de su relación con Kanye West, calificando su matrimonio -que llego a su fin en 2022- como "tóxico".
En el podcast "Call Her Daddy", la socialité reconoció que, durante los años que estuvo con el impredecible rapero, vivía con ansiedad constante: "Había días en los que no sabía qué me iba a pasar al despertar, y eso era realmente inquietante", reveló.
La empresaria también recordó episodios que la marcaron, incluyendo decisiones impulsivas que afectaron su vida familiar y financiera. "Volvía a casa y descubría que mis autos ya no estaban. Se los había regalado a sus amigos", contó entre risas incómodas. Con el tiempo, ese tipo de gestos dejó de parecerle excéntrico para volverse alarmante. "Era como vivir en una montaña rusa emocional", añadió.
Pese a ello, la estrella de "The Kardashians" afirmó que intentó mantener la relación por sus cuatro hijos: "Cuando tienes hijos, es definitivamente más difícil irte que quedarte", explicó. Durante años intentó apoyar a Kanye en sus procesos personales y emocionales, pero asegura que él "no estaba dispuesto a hacer los cambios" necesarios para sanar la relación.
"Tuve que salvarme a mí misma para poder ser una mejor madre para todos", confesó. En ese punto, la celebridad comprendió que quedarse en una relación desgastante también afectaba el bienestar de sus hijos. "No puedes criar desde el caos", reflexionó.
Aunque el proceso de divorcio fue largo y doloroso, Kim aseguró que no guarda rencor. "Una relación de más de una década con cuatro hermosos hijos no es un fracaso", señaló. Actualmente, ambos mantienen una comunicación intermitente, centrada en la crianza compartida. "Siempre he dicho: cuando él quiera ver a los niños, puede hacerlo", enfatizó.
"Aprendí que poner límites no es egoísmo, es amor propio. Fue doloroso, pero necesario. A veces, la libertad llega cuando aprendes a soltar", concluyó.