El desempleo en Argentina bajó a 6,6 por ciento en el tercer trimestre del año, con un descenso de un punto porcentual respecto al trimestre anterior, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La tasa de desempleo del tercer trimestre fue 0,3 puntos porcentuales menor a la registrada en igual periodo de 2024, cuando se ubicó en el 6,9 por ciento.
El informe señala que, entre julio y septiembre pasados, 958 mil personas que buscaban trabajo en Argentina no tenían empleo, 133 mil menos que en el segundo trimestre.
Esta medición abarca, no obstante, solo a los 31 conglomerados urbanos más importantes del país, donde viven 29,9 millones de personas, sobre un total de población en Argentina de unos 47 millones de habitantes.
La tasa de ocupados que demandaron otro empleo fue de 16,1 por ciento, con un descenso de un punto porcentual respecto al trimestre anterior y una caída de 1,5 puntos porcentuales con respecto al tercer trimestre de 2024.
Entre julio y septiembre pasados, el total de personas con trabajo que buscaban otro empleo fue de 2,3 millones de personas, unas 100 mil menos que en el trimestre anterior.
Pese al tenor positivo de las cifras, el informe indica que la tasa de informalidad laboral subió a 43,3 por ciento, con 5,9 millones de personas trabajando en esa condición.
Argentina registró un máximo de desempleo en el segundo trimestre de 2002: 24,1 por ciento, tras el estallido de una de las peores crisis económicas, políticas y sociales de su historia.
Amenaza de paro nacional
La publicación del Indec coincidió con una nueva jornada de protestas contra las políticas económicas del Gobierno de Javier Milei, que está impulsando una reforma laboral que es resistida por los sindicatos, la mayoría de cuyos dirigentes son peronistas.
La Confederación General del Trabajo (CGT) marchó a la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, pero el éxito del llamado a huelga fue relativizado por la Casa Rosada.
En el acto central, el cosecretario general de la CGT, Jorge Solá, advirtió que "no hay libertad si no hay justicia social, le pese a quien le pese".
"Éste es el primer paso de un plan de lucha. Sigan sin escucharnos, sigan los que están a nuestras espaldas sin escucharnos, y se encontrarán con la profundización de este plan de lucha. ¡Terminaremos en un paro nacional en todo el país!", amenazó el dirigente, que planteó que la reforma laboral recortará derechos, debilitará la negociación colectiva y profundizará la desigualdad social.