El exmandatario, operado del intestino el 13 de abril, mantiene una dieta líquida y tratamiento endovenoso mientras enfrenta secuelas de antiguas lesiones.
Desde 2018, ha pasado seis veces por el quirófano para corregir problemas en el estómago y el tracto intestinal.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, trasladado en la víspera a una sala de cuidados semi-intensivos tras tres semanas en la UCI, continúa "clínicamente estable" y bajo un régimen híbrido de dieta líquida y nutrición endovenosa, según el último boletín médico de este jueves.
El líder ultraderechista, intervenido quirúrgicamente del intestino el 13 de abril, sigue sin previsión de alta y con restricción de visitas.
Este martes, Bolsonaro respondió "bien" a la administración de té, agua y gelatina, y los médicos optaron por iniciar paulatinamente una dieta líquida en complementación al soporte nutricional y calórico por vía intravenosa.
Asimismo, continúan las "mejoras progresivas" en sus deposiciones espontáneas, ya sin rastros de gastroparesia, un trastorno que retrasa el vaciado del estómago y que el ex jefe de Estado venía padeciendo.
El expresidente (2019-2022) continúa realizando ejercicios de fisioterapia y recibiendo medidas preventivas contra la trombosis venosa.
El líder ultraderechista ha sufrido problemas digestivos recurrentes desde el 6 de septiembre de 2018, cuando, en plena campaña para las elecciones presidenciales de ese año, fue apuñalado en el abdomen.
Desde entonces, ya ha pasado seis veces por el quirófano para corregir problemas en el estómago y el tracto intestinal.
