Tópicos: Mundo | China

Autosuficiencia tecnológica, gasto fiscal, consumo: Los ejes del nuevo plan quinquenal chino

Publicado:
| Periodista Digital: EFE

Analistas destacan un inédito "compromiso" por fortalecer las ayudas y los servicios sociales.

Las decisiones del gobernante Partido Comunista se dan en un contexto de crisis inmobiliaria, creciente desempleo juvenil, envejecimiento y amenaza de deflación.

Autosuficiencia tecnológica, gasto fiscal, consumo: Los ejes del nuevo plan quinquenal chino
 EFE

Pekín ha sido, durante años, reacio a ampliar las protecciones sociales: el presidente Xi Jinping las considera "asistencialismo".

Llévatelo:

China mostró sus cartas: tras semanas de especulaciones, la plana mayor del Partido Comunista aclaró cuáles serán las prioridades políticas y económicas del próximo lustro, y ahora los analistas destacan ejes como la autosuficiencia tecnológica y la promesa de un mayor gasto social.

El martes, la prensa oficial china publicó las sugerencias detalladas para la redacción del XV plan quinquenal (2026-2030), que se aprobará durante la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) del próximo mes de marzo.

La difusión del plan tuvo lugar dos días antes de que el mandatario chino, Xi Jinping, se reúna en Corea del Sur con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en busca de un acuerdo que ponga fin o al menos rebaje la tensión de la guerra comercial.

Para la consultora Trivium China, lo más destacado del documento -de más de 50 páginas- es la llamada a tomar "medidas extraordinarias" para promover innovaciones y avances que permitan al país lograr la autosuficiencia en sectores clave como semiconductores, herramientas industriales, equipos de alta tecnología, software fundamental, materiales avanzados o biomanufactura.

"Todavía no queda claro qué significa 'medidas extraordinarias', pero el mensaje está claro: hay que esperar iniciativas considerablemente más agresivas para sustituir las tecnologías extranjeras", señala la firma, que apunta a la supuesta prohibición de los chips H20 de Nvidia, fabricados específicamente para el mercado chino, ante las restricciones estadounidenses a la venta de componentes más avanzados.

"Fue un ejemplo de Pekín sacando músculo a este respecto. Veremos más medidas de este tipo en los próximos años", dice la consultora, tiene un mensaje para las compañías extranjeras que operan en los mencionados sectores: "Que se preparen para un aumento de los riesgos políticos a medida que Pekín redobla su apuesta por esta agenda".

Apoyar el consumo

Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics, también ve que Pekín se centra en la autosuficiencia tecnológica y en la seguridad económica, pero subraya que el nuevo plan también busca "apoyar y reequilibrar" la demanda nacional para elevar el peso del consumo de los hogares sobre el PIB.

"La política fiscal desempeñará un papel clave (...). Por tanto, el porcentaje de gasto fiscal destinado a la inversión, que se encuentra actualmente en máximos de las últimas tres décadas, debería empezar a reducirse a lo largo de los próximos años", apunta el experto.

En su opinión, las bajas tasas de consumo en China no solo se deben a factores culturales sino también a un "precario sistema de bienestar", con las autoridades destinando recursos hacia las empresas a costa de un menor apoyo fiscal a los hogares, "que deben ahorrar para su jubilación y necesidades sanitarias".

Ahora, tras años de promesas sobre apoyar el consumo, pero con acciones "decepcionantes", Evans-Pritchard destaca que "por primera vez en un documento político de alto nivel, hay un compromiso explícito de incrementar la proporción del gasto fiscal destinado a servicios sociales".

En su opinión, Pekín apostará por iniciativas como el multimillonario "plan renove" que introdujo en 2024 para electrodomésticos y otros bienes de consumo, y por más apoyo a la educación gratuita, servicios de maternidad, salud pública, pensiones o prestaciones de desempleo.

Proceso largo y complejo

Capital Economics destaca además que el plan busca elevar la porción de ese gasto que asume el Gobierno central: "Actualmente, la mayor parte del gasto social la asumen los gobiernos locales, muchos de los cuales no están en una posición financiera lo suficientemente fuerte como para aumentar el desembolso".

Durante años, Pekín se ha mostrado reacio a reforzar las protecciones sociales, ante las críticas del presidente chino, Xi Jinping, al "asistencialismo".

En cualquier caso, Evans-Pritchard advierte que el mencionado enfoque del plan en políticas industriales ralentizará la aplicación de medidas sociales: "Probablemente llevará muchos años para que la brecha entre consumo e inversión alcance un equilibrio más sostenible".

"Mientras tanto, el desequilibrio entre oferta y demanda, y la presión resultante sobre el resto del mundo para que absorba más producción proveniente de China podría empeorar, incluso aunque lo hiciera a un ritmo más lento", agrega.

A este respecto, Louise Loo, de Oxford Economics, ya había advertido el lunes, antes de la publicación de las recomendaciones detalladas, que "el plan (...) no cambia el pronóstico de unos superávits exteriores persistentes y de una fortaleza exportadora que amplíen el impacto deflacionista de China sobre los mercados globales".

El nuevo plan quinquenal llega en un momento marcado no solo por la guerra comercial con EE. UU., sino también por una coyuntura nacional lastrada por la prolongada crisis inmobiliaria, la debilidad del consumo, el creciente desempleo juvenil, el envejecimiento o la amenaza de la deflación.

LEER ARTICULO COMPLETO

Suscríbete a nuestro newsletter