Un auto bomba en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en Cali, y el derribo de un helicóptero de la Policía en el municipio antioqueño de Amalfi han dejado, este jueves, al menos trece muertos y más de veinte heridos.
Los dos ataques, ocurridos con pocas horas de diferencia, reactivan la alarma en regiones donde operan disidencias de las FARC, el ELN y bandas herederas del paramilitarismo.
Cali, la tercera ciudad más importante de Colombia, volvió este jueves a ser escenario de un atentado, perpetrado en esta ocasión con un camión bomba en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, que ha causado al menos cinco muertos y catorce heridos.
El hecho se ha producido varias semanas después de tres ataques coordinados con explosivos perpetrados en esa ciudad el pasado 10 de junio, que dejaron siete muertos y más de cincuenta heridos.
Ese día hubo en total siete atentados en el Valle del Cauca (suroeste), el departamento cuya capital es Cali, y doce en el vecino departamento del Cauca, en los que murieron ocho personas, entre ellos dos policías.
En esa zona tienen presencia las disidencias de las extintas FARC, bandas herederas del paramilitarismo y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los atentados de junio fueron atribuidos al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC.
El estallido ocurrido hoy en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez aún no han sido reivindicado por ninguna organización armada.
La explosión de este jueves en Cali coincidió con el ataque a un helicóptero de la Policía colombiana, supuestamente con un dron, en el municipio de Amalfi, en el departamento de Antioquia (noroeste), un hecho que ha dejado al menos ocho uniformados muertos y ocho heridos, informó el Gobierno.
El helicóptero fue derribado cuando prestaba apoyo de "seguridad a uniformados en labores de erradicación manual de cultivos de coca".
En Amalfi operan el Frente 36 de las disidencias de las antiguas FARC y el Clan del Golfo.
Petro declarará como organizaciones terroristas a disidencias y Clan del Golfo
El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó este jueves que su Gobierno declarará como organizaciones "terroristas" al Clan del Golfo, al Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia.
"He tomado una decisión: nuestras investigaciones muestran que el mal llamado Clan del Golfo, la Segunda Marquetalia y las disidencias de alias 'Iván Mordisco' (conocidas como EMC) son la junta del narcotráfico y deben ser consideradas organizaciones terroristas perseguibles en cualquier lugar del planeta, incluida Bogotá", dijo Petro durante un acto de entrega de tierras en la ciudad de Valledupar.
El mandatario recordó que terroristas son aquellos actos violentos que buscan "irradiar pánico" en la población civil, a diferencia de los "combates entre fuerzas que portan armas", como los dos atentados perpetrados este jueves en los departamentos de Valle de Cauca (suroeste) y Antioquia (noroeste).
Petro habló, por un lado, del atentado que dejó cinco civiles y 36 heridos en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, ciudad que describió como "azotada por actos terroristas".
"Lo que acontece en Cali es un acto que irradia pánico en la población civil. Es la segunda vez que ocurre en mi Gobierno. Es terrorismo", afirmó el presidente tras pedir un minuto de silencio por las víctimas y señalar que esos crímenes constituyen además "actos de guerra", sujetos a ser investigados como crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI).
Además, el mandatario denominó a estos grupos armados "junta del narcotráfico" por su supuesta relación con esas actividades ilícitas, ante lo que dijo que solicitará ante la Agencia de Defensa Jurídica del Estado iniciar un "proceso" contra los dirigentes de esas bandas.