La administración del Madison Square Garden se desligó de los comentarios racistas que se hicieron el domingo durante un acto político del candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, entre ellos sobre Puerto Rico, que han indignado a esa comunidad.
"Como empresa, somos neutrales en cuestiones políticas. Ofrecemos (el recinto) a ambas partes. No censuramos a artistas, intérpretes ni oradores", indicó el emblemático recinto neoyorquino.
Uno de los oradores previo al discurso de Trump, el comediante Tony Hinchcliffe, hizo comentarios sobre los judíos, latinos y negros que han causado malestar, en particular en la comunidad puertorriqueña, que ha dejado oír su voz para protestar y pedir un voto de castigo contra Trump.
"No sé si ustedes lo saben, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico", fue el comentario de Hinchcliffe que ha enfurecido a líderes puertorriqueños y otros latinos, que advirtieron a Trump que no regresará a la Casa Blanca con su apoyo.
Frente a las críticas de ese electorado, representantes del candidato republicano también se desmarcaron de la insultante broma del comediante.
"El chiste no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña", dijo Danielle Alvarez, asesora principal del exmandatario.