Según The New York Post, que citó amigos del matrimonio, hace una década, al conocer el escándalo Lewinsky, Silda Wall advirtió: "Nunca seré como ella".
Silda Wall Spitzer, la esposa del renunciado gobernador de Nueva York -Eliot Spitzer-, quizás temía ser alguna vez la mujer engañada de un político y hace una década, al conocerse el caso Lewinsky, comentó enfática: "Nunca seré como ella, yo me voy".
Según amigos del matrimonio Spitzer, citados por el diario sensacionalista The New York Post, Silda Wall debió cambiar de opinión y salir a acompañar a su marido ante el escándalo sexual que derribó al demócrata, vinculado a una red de prostituión.
En los 90, Hillary Clinton debió resistir estoica junto a su marido Bill la revelación de que el entonces presidente de Estados Unidos tuvo un encuentro sexual con Mónica Lewinsky, entonces una joven becaria de la Casa Blanca.
Ahora, otro demócrata tiene una historia sexual oculta y Spitzer, quien incluso sonaba como eventual candidato a vicepresidente si Hillary gana la primaria del partido, debió renunciar por la "falta" que reconoció indirectamente.
El "cliente 9", como lo identificó el FBI en sus escuchas telefónicas, ahora enfrenta una "fría" relación con Silda, quien duerme en otro dormitorio desde que se conoció la contratación de servicios sexuales por parte del jefe eststal.
"Lo está pasando muy mal", agregaron las fuentes del NY Post, que además indicaron que Silda Wall ha respondido decenas de correos electrónicos de amigos que la acompañan en estos momentos.
Sin embargo, el matrimonio, que tiene tres hijas, optaría por salvar su relación y reconstruir las confianzas. (Cooperativa.cl)
