El jefe del Estado Mayor de Israel, Eyal Zamir, anunció este lunes que el Ejército está iniciando una "nueva fase" de su lucha en la Franja de Gaza, tras la decisión del gabinete de seguridad de expandir la ofensiva en la capital del enclave.
"Nos encontramos al inicio de una nueva fase en los combates en Gaza", dijo Zamir en una evaluación del Estado Mayor, en la que agregó que el Ejército mantendrá "la profesionalidad y los principios que rigen su actuación": "Lo haremos con la preparación de las tropas y el armamento, teniendo siempre presentes a los rehenes: haremos todo lo posible para proteger sus vidas y traerlos de vuelta a casa".
Zamir se refirió a los 50 aún cautivos en Gaza (20 de ellos vivos) después de que la propuesta del gobierno israelí de conquistar la capital inquietara a las fuerzas armadas, ante la posibilidad de poner en riesgo a los secuestrados, si las tropas comienzan a operar en las áreas donde las milicias gazatíes los retienen.
"El Ejército podrá hacerse con el control operativo de la ciudad de Gaza, tal y como lo hizo en Jan Yunis y Rafah. Nuestras tropas ya han llevado a cabo operaciones terrestres allí anteriormente, y podremos volver a hacerlo", continuó el militar.
Las estimaciones sitúan en torno a un millón de personas en la capital gazatí, muchas de ellas refugiadas, llegadas desde otros puntos del enclave, especialmente de la Gobernación norte (que engloba las localidades de Yabalia, Beit Hanoun y Beit Lahia), prácticamente desierta.
Además de la ciudad de Gaza, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, apuntó como el otro bastión los campamentos de refugiados que se extienden junto a la costa en el centro de la Franja y el sur, en la zona de Mawasi, en los que se hacinan más de 425.000 personas, según la ONU.
El líder del Ejército no se pronunció sobre estos campamentos.