Golpes, privación de alimentos y agua, e incluso prohibición de ir al baño fueron algunas de las torturas y malos tratos que denuncian haber sufrido en cárceles de Israel los palestinos liberados tras el acuerdo de paz que pone fin al masivo bombardeo de Tel Aviv contra la Franja de Gaza, que se extendió por dos años, tras el ataque terrorista de Hamás en octubre de 2023.
"Nos esposaron y nos golpearon brutalmente. Nos dejaron bajo el sol durante 12 horas. De vez en cuando, los carceleros venían a humillarnos e insultar a nuestras madres. Nos impedían comer, beber e incluso ir al baño...", relató en Ramala Faisal Jalifa, palestino condenado a 25 años de cárcel, y quien tras cumplir una década preso salió en libertad con el grupo de 250 presos y 1.700 gazatíes detenidos sin juicio ni cargos, que formaron parte del acuerdo.
El exprisionero relató a la cadena BBC haber sufrido todo tipo de torturas en la cárcel, que se incrementaron en los últimos días: "Querían robarnos la alegría de la libertad antes de que siquiera comenzara".
"Las condiciones dentro de las cárceles eran muy duras, pero no puedo hablar de ellas... El Shin Bet (agencia de inteligencia interior de Israel) amenazó con volver a arrestarnos si hablábamos", agregó Sami al Fateela, que cumplió más de 20 años de su cadena perpetua en una cárcel hebrea.
Los palestinos liberados llegaron a Cisjordania, principalmente (Foto: EFE)
El medio británico detalló que "no ha podido verificar de forma independiente estas afirmaciones. Sin embargo, el mes pasado, el Tribunal Supremo de Israel declaró que los presos palestinos no estaban recibiendo una alimentación adecuada", y "el gobierno israelí ha rechazado anteriormente las acusaciones de malos tratos y torturas generalizados a los detenidos, e insiste en que está 'plenamente comprometido con las normas jurídicas internacionales'".
Entre los 1.700 detenidos de Gaza liberados "hay médicos, periodistas, menores y ancianos. Fueron capturados en algún momento de los últimos dos años y no fueron sometidos a juicio".