Los líderes de los BRICS, reunidos en Río de Janeiro desde este domingo, rechazaron el proteccionismo comercial y condenaron los bombardeos a Irán, pero evitaron chocar frontalmente con Donald Trump, siempre presente entre líneas, y arroparon a Vladímir Putin ante los ataques de Ucrania en Rusia.
El foro, formado por once países del Sur Global y liderado por China y Rusia, celebró su XVII reunión de jefes de Estado y de Gobierno en el Museo de Arte Moderno de Río, bajo un fuerte dispositivo de seguridad y marcada por las ausencias del líder chino, Xi Jinping, y Putin, quien participó de manera telemática.
La primera de las dos jornadas de la cumbre se cerró con una declaración final de 126 artículos que aborda la guerra comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la escalada de violencia en Medio Oriente y la reforma "urgente" de la ONU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Críticas de Lula a la OTAN
En su discurso de apertura, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión de la cita, declaró el "colapso sin parangón del multilateralismo" y afirmó que los avances en áreas como el clima y el comercio "están amenazados".
Lula también criticó el aumento del gasto militar pactado por los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a instancias de Trump.
"El derecho internacional se ha convertido en letra muerta, junto con la solución pacífica de las controversias. Nos enfrentamos a un número de conflictos sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. La reciente decisión de la OTAN alimenta la carrera armamentista. Esto demuestra que los recursos para implementar la agenda 2030 existen, pero no están disponibles por falta de prioridad política", expresó el mandatario brasileño.
Putin, ausente en Río por la orden de arresto en su contra por supuestos crímenes de guerra en Ucrania, aseguró que el modelo de globalización liberal "se ha vuelto obsoleto".
En la misma línea, el primer ministro de India, Narendra Modi, dijo que "el mundo necesita hoy un nuevo orden multipolar".
Las flechas parecían apuntar a Trump, quien desde que volvió a la Casa Blanca en febrero pasado ha retirado a EE.UU. del Acuerdo de París sobre el clima, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha desatado una guerra de aranceles contra el mundo.
De hecho, este 9 de julio expira la tregua dada por el mandatario estadounidense para hacer efectivos los "aranceles recíprocos", después de haber cerrado acuerdos con Reino Unido, China y Vietnam, mientras negocia con más de una decena de socios, entre ellos India.
En la declaración final de hoy de los BRICS ocurrió lo mismo: ninguna mención directa a Trump o EE.UU. sobre los temas más espinosos.
"Expresamos serias preocupaciones por el aumento de medidas arancelarias y no arancelarias unilaterales que distorsionan el comercio", señaló el documento.
La misma estrategia se usó para referirse a los bombardeos de Israel y EE.UU. sobre Irán, socio permanente de los BRICS desde 2024 y que fracasó en sus intentos para que el grupo subiera el tono.
"Condenamos los ataques militares contra la República Islámica de Irán desde el 13 de junio de 2025, que constituyen una violación al derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas", recogió la declaración.
India y Emiratos Árabes Unidos, aliados de la potencia norteamericana, impusieron su postura.
El profesor Paulo Borba, coordinador del Grupo de Estudios sobre los BRICS de la Universidad de São Paulo (USP), afirmó a EFE que "es conveniente evitar una confrontación directa con Trump", quien ya amenazó al grupo con aranceles del 100%, si osaba desafiar la hegemonía del dólar.
Por el momento, los BRICS continúan con su idea de apenas impulsar el comercio en monedas locales.
Guiño a Putin
A Borba sí le llamaron la atención "las críticas a Ucrania por defenderse de la agresión rusa".
En el punto 35 de la declaración, entre párrafos sobre terrorismo, los BRICS condenaron "en los términos más enérgicos los ataques contra puentes e infraestructuras ferroviarias que apuntaron deliberadamente contra civiles" en las regiones rusas de Briansk, Kursk y Vorónezh, los días 31 de mayo y 1 y 5 de junio, "y que causaron varias víctimas civiles, incluidas niñas y niños".
Los tres ataques con explosivos, atribuidos a Ucrania, produjeron el descarrilamiento de dos trenes, uno de ellos de pasajeros, con un resultado de siete personas muertas y más de cien heridas.
En la condena de los BRICS no se cita a Ucrania, aunque en otra parte del documento sí se alude al conflicto desencadenado por la invasión rusa en febrero de 2022.
Otro de los puntos refleja las posiciones de cada uno de los países miembro en relación con el "conflicto en Ucrania", aunque no cita en ningún momento a Rusia como país agresor, como es habitual en las declaraciones del bloque desde que comenzó la guerra.
Los líderes de los BRICS volverán a reunirse este lunes para una última plenaria sobre medioambiente.
Un llamado a la reforma del FMI y del Banco Mundial
La declaración de Río también defendió una reforma urgente de la ONU y de las instituciones de Bretton Woods, en alusión al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
El presidente Lula afirmó que los BRICS tendrían que tener un poder de voto en el FMI equivalente al 25%, muy por encima del actual 18%, para justificar su peso económico.
"Las estructuras del Banco Mundial y del FMI sustentan un Plan Marshall al contrario, en que las economías emergentes y en desarrollo financian las necesidades de los países más desarrollados", afirmó el líder progresista brasileño.
Así mismo, los emergentes expresaron su compromiso con la "restauración urgente" del sistema de resolución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) par que sea "accesible, efectivo, completamente funcional y vinculante", y apoyaron la candidatura de Etiopía y de Irán para acceder a este organismo.